Paulino Buchens

El boxeo español vuelve a ocupar posiciones destacadas en la esfera mundial. Unos días después de que se anunciara un nuevo campeonato del mundo para el alicantino Kiko Martínez, un boxeador humilde de Nous Barris llamado Sandor Martín lograba una importantísima como inesperada victoria ante Mikey Garcia.

Este púgil californiano de origen hispano, campeón del mundo en cuatro pesos hacía presagiar al grueso de la afición española (entre la que me incluyo) que el catalán iba al matadero. Pues la grandeza de este deporte se reflejó en un combate, en el que “Arrasandor” dio una lección magistral de boxeo a su oponente, con una estrategia de defensa cuasi perfecta. Desde el primer minuto hasta el último tuvo el control de la pelea ante un boxeador que hace años era considerado como uno de los mejores boxeadores del planeta, quedando totalmente empequeñecido por sus continuos fallos en la ejecución.

A los que somos pesimistas ante este tipo de combates, nos enseña que cualquier oportunidad, como esta, que se presente a los nuestros es buena y por muy difícil que sea el oponente hay que ir con todo porque en el boxeo no está nada escrito. En definitiva, el nombre de Sandor Martín Clemente ya está escrito en la historia del boxeo español, aunque no sea campeón del mundo, ha logrado una proeza al alcance de muy pocos. A partir de ahora a tratar de tú a tú a los Prograis, Baranchyk, Zepeda, etc. que vengan ya que tiene mucho que ganar y poco que perder.

He empezado este escrito mencionando a la incombustible “Sensación” Martínez, al que el boxeo le regala una nueva oportunidad de volver a ostentar un cinturón mundial. Siendo consciente de que probablemente esté ante su última oportunidad, Kiko llega a este combate ansioso de victoria, después del robo que sufrió ante Zelfa Barret. Y ante Galahad, si Kiko luce como en anteriores ocasiones (véase Warrington), y los jueces hacen su labor correctamente, España volverá a tener un campeón mundial. Este combate debería ser la piedra de toque para una revancha ante Warrington, si este está por la labor claro está.

Otro nombre que está situado en la órbita mundial es el del montañés Sergio “El Niño“ García quien hace unos meses abandonó el campeonato de Europa para disputar una eliminatoria mundial ante el estadounidense Sebastián Fundora. A García, después de haberse proclamado cuatro veces campeón continental, se le presenta una oportunidad ante un imbatido y joven púgil. La envergadura de Fundora (1,98 m) puede ser un factor que juegue a su favor, si bien García tendrá que tirar de oficio sabiendo que tiene mucha más experiencia en el boxeo rentado. Sergio se crece ante la adversidad.

No puedo finalizar el artículo, obviando el nombre de Samuel Carmona, quien está pendiente de fecha para poder disputar una eliminatoria mundial. Pese a sus escasos cinco combates en el ámbito profesional, su exitosa carrera amateur, la escasez de boxeadores de nombre en su peso (mosca) y una poderosa promotora rusa (Patriot Boxing Promotions) le han catapultado a las puertas de un título mundial. Todos estos factores y su edad (25 años), independientemente del resultado de su próximo combate, presagian que estamos ante un futuro campeón mundial.

Nada menos que cuatro boxeadores españoles con posibilidades reales de proclamarse campeón del mundo, un verdadero hito que puede marcar un antes y un después en la historia del boxeo español.