Desde su construcción en 1962, el Estadio Azteca ha sido testigo de algunos de los momentos más emblemáticos tanto en el fútbol como en el boxeo mexicanos. Con una capacidad para 83 264 espectadores, se erige como el estadio más grande de México, el segundo en América y el octavo en el mundo.

El estadio fue creado por Pedro Ramírez Vázquez y Rafael Mijares Alcérreca, ambos arquitectos, y su construcción fue parte del proyecto para obtener la sede de la Copa Mundial de Fútbol de 1970.

El gigante del fútbol de México
El Estadio Azteca es un monumento al fútbol mexicano, siendo el único estadio que ha albergado dos finales de Copas del Mundo de la FIFA. En 1970, Pelé se consagró en este coloso, mientras que en 1986 fue el turno de Diego Armando Maradona, dos leyendas que dejaron su huella en la historia del fútbol.

Además de estas finales, el Azteca ha sido el escenario de 19 partidos de la Copa Mundial de Fútbol, incluyendo el legendario «Partido del siglo» entre Italia y Alemania Federal en 1970, donde los italianos emergieron victoriosos en un emocionante encuentro por 4-3. Aunque el Mundial es el evento más llamativo, apostar copa américa 2024 es una práctica cada vez más común entre los fanáticos de este deporte.

El Azteca y el boxeo
No solo es el hogar del fútbol, sino que el Azteca también ha sido testigo de épicas batallas dentro del cuadrilátero. En 1967, se acondicionó la cancha como gradería y ring para una triple función de boxeo, donde destacados pugilistas mexicanos como Vicente Saldivar, Jesús Castillo y Rubén «Púas» Olivares deleitaron a una multitud de aproximadamente cuarenta mil aficionados. Más tarde, en 1993, Julio César Chávez llevó a cabo la histórica función «Póker de Ases», estableciendo un récord mundial de asistencia con 132 274 espectadores, mientras defendía su título mundial WBC del peso superligero ante el estadounidense Greg Haugen, y tres mundiales más, Azumah Nelson-Gabriel Ruelas (WBC superpluma), Terry Norris-Maurice Blocker (WBC superwélter) y Michael Nunn-Dan Morgan (WBA supermedio).

La deuda de Canelo
Ahora, otro nombre resuena en los pasillos del Azteca: Saúl «Canelo» Álvarez. Con 33 años de edad y una carrera que ha llevado el boxeo mexicano a nuevas alturas, el Canelo planea continuar su legado durante al menos cuatro años más. Sin embargo, antes de pensar en el retiro, tiene una deuda pendiente con el Estadio Azteca. En una entrevista, expresó su deseo de organizar una pelea en este icónico recinto antes de colgar los guantes para siempre. Para él, pelear en el Azteca sería el colofón perfecto a una carrera llena de éxitos y un tributo a la rica historia deportiva de México.

El Estadio Azteca no es solo un lugar donde se juega al fútbol o se boxea, es un símbolo de la pasión y el talento que caracterizan al deporte mexicano. Con su legado arraigado en la historia, sigue siendo un faro para los aficionados y un escenario digno de los momentos más trascendentales en el mundo del deporte.