Darío Pérez
@Ringsider2020

Una de las divisiones reinas de la historia del boxeo siempre ha sido el peso medio, equilibrio entre la velocidad que aún se conserva en los 72 kilogramos y la pegada que se tiene con esa masa.

Por ello, nos apena especialmente que sea una categoría en la que apenas veamos movimiento en sus mejores púgiles. El campeón mundial IBF, Gennady Golovkin, no pelea desde diciembre con una sencilla defensa frente al polaco Kamil Szeremeta, algo curioso porque su declive está cercano con 39 años. El monarca WBA, Ryota Murata, fue ascendido por la subida de peso de «Canelo» Álvarez, y no ha defendido ese título, esperando… realmente no sabemos el qué a sus 35 primaveras, pues está inactivo desde 2019. Jermall Charlo defendió su corona WBC contra Juan Macías Montiel este verano, una cita sencilla para el más pesado del clan. Por su parte, Demetrius Andrade solventó en abril su duelo contra Liam Williams de manera solvente, y siempre se queja en redes sociales de que ninguno de los otros poseedores de cintos mundiales quiere enfrentarse a él.

Con este desolador panorama, aparece otro jovencito como el cubano Erislandy Lara, también con los 40 a la vuelta de la esquina. La WBA, en otra de sus anomalías, tenía al caribeño como campeón «regular» en el peso superwélter y medio, con lo que fue obligado a elegir, y se ha decantado por mantener el de la categoría de la que hablamos. Al hacerlo, Lara ha pedido al campeón mundial de dicho organismo, con un criterio de inapelable lógica, Ryota Murata.

El japonés se halla negociando con Golovkin unificar sus coronas el 31 de diciembre en Japón, fecha de enorme y envidiable tradición boxística en el país del sol naciente. No entendemos que, con tanta inactividad por parte de los dos, hayan tenido que dejar pasar el verano y ya, de paso, todo el año, para poner en movimiento una división que queremos ver rodar. Y rodar.

Porque, esa es otra, hay otro chaval, un tal Sergio Martínez, que quiere decir algo a sus 46 años en todo este puzle. Brian Rose le esperará en Valdemoro. Y es que, a falta de campeonatos mundiales, este 25 de septiembre tendremos una pelea al alcance de la mano que no tiene nada que envidiar a lo (poco) que está ocurriendo en el otrora precioso peso mediano.