José Manuel Moreno
@josemorenoco

Con una alfombra roja al más puro estilo «hollywoodiense» tuvo lugar la conferencia de prensa previa al «Combate del siglo» entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao. El escenario, el Nokia Theatre de Los Ángeles, sede muchos años de la entrega de los Oscars. 600 periodistas y todo el glamour del mundo.Todo fue mucho más políticamente correcto de lo que suelen ser los «face to face» del mundo del boxeo. El único que se salió del guion fue el preparador del filipino, Freddie Roach, quien afirmó que «estamos preparados para patear el trasero de Mayweather». El resto, buena educación y buenos modales. Para Mayweather enfrentarse a un zurdo no es especial aunque los tenga bien contados: «Me he enfrentado ya a ocho en mi carrera». El respeto por el rival quedó claro: «No puedo subestimar a Pacquiao. Es el combate que nadie se debe perder. Pacquiao es uno de los grandes y la pelea llega en el momento perfecto”

Y el desarrollo de las negociaciones fue tal cual creíamos: «Nos vimos en el partido de la NBA en Miami, luego nos fuimos a su hotel y hablamos largo y tendido. Después de aquello llamaba a mis representantes para ver cómo iba todo cada 48 horas». Para terminar, dejó claro que no tiene miedo a perder el «0» de invicto en su récord: «Cuando se ganan cantidades de nueve cifras, no piensa uno en perder». Ahí queda eso, debió pensar el autodenominado «Money» y deportista más rico del mundo». Pacquiao fue como siempre, educado y directo: «No es la pelea por la que haya estado más preocupado, lo estuve más antes de medirme a De la Hoya o Cotto», a lo que añadió que «Margarito pega más fuerte que Mayweather». De la importancia del evento sentenció el octogenario Bob Arum, archienemigo de Floyd, «el primer Ali-Frazier fue más importante, pero esta es la pelea que va a mover más dinero de todos los tiempos». Recuerden que Mayweather ganará, ganancias de PPV aparte, 169 millones de euros, por los 112 de su rival. No habrá más encuentros entre ambos pugilistas hasta el pesaje del día 1 de mayo, 24 horas antes del «Combate del Siglo».