Estos días en Londres se han encontrado, con motivo de la velada vivida este sábado en el estadio de Wembley, numerosas personalidades boxísticas.
Con el eje vertebrador de la Riyadh Season y Turki Alalshikh como cabeza visible, los principales promotores británicos aportaron material humano para componer la cartelera que capitanearon Daniel Dubois y Anthony Joshua.
Quienes compartieron muchas horas juntos fueron los dos promotores británicos más poderosos, Eddie Hearn y Frank Warren. El primero de ellos sigue con la idea en la cabeza de vengarse deportivamente de lo ocurrido el 1 de junio de este año, cuando los púgiles de Queensberry barrieron a sus asalariados de Matchroom en el recordado cinco contra cinco.
La idea de reeditar el formato, que fue un éxito global, sigue ahí, por lo que se han intensificado las negociaciones esta semana y podría darse la segunda edición en febrero. Será entonces cuando, si todo fructifica, podríamos ver de nuevo a los antiguos enemigos en un ambiente distendido, sabiéndose parte de esa gallina de los huevos de oro saudí en su deporte y, gracias al poderoso caballero, olvidando cualquier rencilla del pasado.