El COVID-19 ha obligado a aplazar el combate entre Tyson Fury y Deontay Wilder, previsto para el 24 de julio. La poca información aportada por los equipos ha llevado a que surjan los rumores.
El promotor Eddie Hearn sigue con interés los acontecimientos, ya que este aplazamiento aleja en el tiempo la posibilidad de que el boxeador de su promotora, Anthony Joshua, pelee con el también británico Tyson Fury.
«Ya sea que esté relacionado con el COVID-19, si no han vendido entradas, si fue la preocupación de que el PPV fuera a fracasar, si el campamento de Fury no iba muy bien, no tengo idea. Estoy seguro de que alguien tiene COVID-19, y no es algo inusual. Creo que cuando miras el comunicado y los asientos disponibles, ves las pocas entradas que se vendieron para el evento, comienza a apestar un poco», dijo Hearn.
«Pero estoy seguro de que hay algo de cierto en ello. Octubre es un poco extraño. Todo es un poco extraño. La pelea podría retrasarse porque alguien en el campamento tiene COVID-19. Una hora después, Fury tiene COVID-19, y luego una hora después, se cancela. Top Rank dijo: ‘No, no está cancelado en este momento, informaremos más adelante’. Luego, media hora más tarde, se cancela’. ¿Quién sabe? Es muy difícil, cuando tuvimos los tratos que tuvimos (con el equipo de Fury), creer algo», declaró el promotor británico.