Darío Pérez
@Ringsider2020

Si anoche Frank Warren pidió a Eddie Hearn, como los dos principales promotores británicos que son, que trabajasen juntos en busca de unos eventos más atractivos y, por qué no decirlo, lucrativos en estos tiempos de crisis económico-sanitaria global, hoy han vuelto a comunicarse por redes sociales… y algo más.

Eddie Hearn comentó, tras el comunicado de Frank Warren, que sería mejor una llamada telefónica antes que filtrar un comunicado a la prensa, acusando veladamente a Warren de realizar una maniobra más de cara a la opinión pública que a trabajar juntos en realidad. También recriminó a su homólogo que en la última semana hubo varias quejas al Comité de Control del Boxeo Británico (BBBofC) sobre los eventos que Matchroom está realizando durante los fines de semana de agosto. Sin embargo, dejó una puerta abierta a la esperanza, dados «los tiempos duros» que están aconteciendo.

Casi a continuación, Frank Warren alegó que su compañía, Queensberry, no se había quejado del evento de Matchroom, sino que pidió algunas aclaraciones sobre el personal de la compañía de Hearn y su entrada, que podría haber incumplido la cuarentena requerida, en la «burbuja» donde se realizan las veladas. Quiso dejar claro que no iba en contra del evento de su teórico antagonista, ya que mantuvo el asunto en privado en lugar de airearlo y, así, haber boicoteado el evento. Finalmente, un Warren mucho más interesado en la alianza que el jefe de Matchroom, a tenor de sus palabras, cerró su comunicado pidiendo a Hearn que comprobase su buzón de voz, en un intento ya real de establecer comunicación y negociar los grandes combates que el público espera.