Tyson Fury declaró que estaba dispuesto a un nuevo combate con Oleksandr Usyk, al considerar que la decisión de los jueces había beneficiado al ucraniano. Poco después transcendió que el británico se desplazó a un hospital para evaluar una posible fractura en su mandíbula.

En las últimas horas, periodistas cercanos al equipo de Fury han puesto en duda que el excampeón mundial vaya a decantarse por boxear con Usyk de nuevo en los próximos meses. El interés por realizar una revancha es alto en Arabia Saudí, que contempló esta posibilidad en los contratos de la pelea del pasado sábado.

«The Gypsy King» ha trasladado a su círculo de confianza su intención de pasar varias semanas con su familia, tras siete meses de campamento. Una decisión similar a la que tomó tras derrotar a Wladimir Klitschko, y que acabó en su adicción al alcohol.

A diferencia de lo ocurrido con Klitschko, la importante bolsa que pueda ofrecer Arabia Saudí podría resultarle un estímulo más que suficiente para pisar una vez más el cuadrilátero.