Daniel Pi
@BastionBoxeo

Muchos piensan que si se realizase un torneo como las World Boxing Super Series en la división del peso semipesado, el campeón mundial WBA Dmitry Bivol (13-0, 11 KO) sería quien saldría con el brazo en alto, a pesar de que comparte categoría con noqueadores como Kovalev, Beterbiev, Stevenson y un gran número de excelentes aspirantes. Tal es el grado de impresión que está causando el rendimiento actual del ruso-kirguiso, de padre moldavo y madre coreana.

No obstante, Bivol es plenamente consciente de que, a pesar de la buena valoración que se haga de él, necesita grandes nombres con los que hacer brillar su récord, éxitos sensacionales que cimienten su legado y demuestren, más allá de lo que sugiere su boxeo sobre el papel, que es capaz de conseguir la hegemonía del peso semipesado. Para ello, tiene un claro objetivo, enfrentarse al que muchos consideran el rival a batir en la categoría, su compatriota Sergey Kovalev, con el que le encantaría unificar a continuación y con el que compartirá evento este sábado en el Hard Rock Hotel & Casino de Atlantic City (Estados Unidos).

Para continuar preparando este choque, considerado inevitable por la buena relación de las promotoras de ambos y por el deseo de los boxeadores de tratar de demostrar que son los mejores, Bivol se enfrentará en su tercera defensa al durísimo Isaac Chilemba (25-5-1, 10 KO), que logró resistir todos los asaltos ante Kovalev, demostrando su efectividad defensiva. Sin embargo, aunque Chilemba también cayó de forma muy ajustada ante Eleider Álvarez, el otro protagonista del combate estelar, en sus dos últimas subidas a un ring el púgil de Malaui pareció distanciarse negativamente del nivel de la élite de la división, siendo dominado y obligado a abandonar en el octavo asalto ante Oleksandr Gvozdyk y logrando una victoria por la mínima ante el australiano Blake Caparello.

Quizás, la derrota ante uno de los mejores aspirantes de la actualidad no deba ser vista como un demérito, menos aún habiendo abandonado Chilemba supuestamente por tener una mano rota, ni se puede juzgar con excesiva dureza lo que fue posteriormente, al fin y al cabo, una victoria como visitante ante un competente boxeador. Con todo, siendo estos los precedentes para encarar un duelo ante el que es visto como el púgil en mejor momento que actualmente tiene la división, las apuestas han alcanzado la diferencia máxima de un euro y un céntimo por euro apostado a favor de Bivol y de diecisiete euros por euro apostado a favor de Chilemba.

Dado que Chilemba es sólido como una roca y tiene destreza para evitar exponerse a los golpes más peligrosos, sabiendo cómo sobrevivir en los momentos críticos, puede que Bivol tenga que ofrecer un trabajo muy sostenido para hacer mella en su rival. De todas formas, recordando la extrema habilidad que el monarca mostró en su destrucción de Sullivan Barrera, al que sumergió en una pesadilla de entradas y salidas, potentísimas combinaciones y sensacionales esquivas, parece inevitable que Bivol logre hacerse con una amplia victoria, probablemente más solvente que la lograda por Kovalev ante este mismo adversario, que impresione a críticos y aficionados y aumente las expectativas de una unificación.

En el paso por la báscula no se superó el límite del peso semipesado (79,4 kg), marcando Bivol 79,197 kg y Chilemba 79,378 kg.