Manuel Valero
@Manu_Valero

Por sorpresa, como debe ser, varios controladores se presentaron en el Pabellón de la Feria de Albacete para llevar a cabo diversos controles antidopaje, algo que no es frecuente en peleas donde no hay título en juego, como ocurría en la velada organizada en Albacete.

La Federación Española, representada por Rafael De la Cruz, presidente de la delegación castellano-manchega de boxeo (recordemos que no es Federación, por lo que depende directamente de la FEB), no convenció a la promotora rusa Punch Boxing para realizar los controles.

Sin certificación alguna que acreditase que dichos empleados pertenecían a la AEPSAD (Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte), no se realizó un sorteo para determinar que boxeadores debían someterse a las pruebas pertinentes, como exige el reglamento, sino que se escogió a dedo que He Su Khan, Ryan Peleguer, Aik Shakhnazaryan y Daniel Ruiz pasasen los controles, olvidando que los boxeadores amateurs mayores de edad también deberían entrar en el sorteo.

Sólo Peleguer aceptó pasar los controles, por lo que la FEB señaló que el resultado de los combates podría cancelarse. Esta decisión costaría entenderla sobre todo en el caso de la última pelea de la noche, ya que tanto Shakhnazaryan como Ruiz anunciaron antes de subir al ring que no iban a realizar los tests antidoping.

Difícil papeleta para la FEB, que tendrá que presentar los certificados de quién había enviado a dichos controladores a los promotores rusos, justificando los cargos económicos correspondientes si así lo reclaman, aunque parece que Punch Boxing no quiere iniciar un proceso legal y en futuras ocasiones se acogerá a las reglas de la EBU para evitar este tipo de problemas.