Odín Bernades
@Odin_8onzas

Ayer se disputó un evento en el Gråkjær Arena de Holstebro, Dinamarca, organizado por TH Promotion y Disrupt Promotions que ha tenido como choque principal el campeonato del mundo unificado femenino del peso gallo entre la invicta local y campeona WBO Dina Thorslund (20-0, 8 KO) y la monarca WBC, la mexicana Yuliahn Luna (25-4-1, 4 KO) en un interesante duelo a diez asaltos.

La nacida en Copenhague se coronó campeona mundial WBO del peso gallo en 2021 siendo esta la cuarta vez que la danesa de 29 años ponía en juego su cinturón.

La mexicana de la misma edad Yuliahn Ávila, derrotó a su compatriota Mariana “Barbie” Juárez en octubre de 2020 por el título mundial del WBC del peso gallo y debido a la pandemia no pudo defenderlo hasta 2022, saliendo victoriosa de sus dos defensas.

La local empezaba el combate llevando la iniciativa, presionando e intentando acortar la distancia para conectar buenos ganchos arriba ante una rival con más altura y envergadura que respondía a la contra boxeando hacía atrás, en contra de lo que se podía esperar.

Pasaban los asaltos y Luna seguía con la intención de mantener a distancia a Dina con la mano adelantada pero ésta continuaba presionando y percutiendo arriba de manera más certera y activa, llegando con más y mejores manos y dejando pocas opciones de respuesta a su rival que se defendía e intentaba responder a los ataques aunque sin mucho acierto.

Thorslund se iba anotando asaltos con mucho más trabajo, más ritmo de golpeo y con mucha más determinación encima del ring. Quizás a la mexicana le faltaron más recursos más allá del uno dos, para poder descifrar a una canadiense que no paraba de presionar y lanzar peligrosas manos y no bajaba el ritmo en ningún momento del combate y seguía presionando, atacando y conectando arriba con gran certeza para seguir llevándose los asaltos sin una oposición real.

La mexicana ofreció una actuación algo decepcionante ya que se limitó durante todo el choque a defenderse de los ataques de su rival sin querer llevar nunca la iniciativa y sin saber descifrar en ningún momento a una canadiense con las ideas muy claras y que tampoco tuvo que arriesgar en ningún momento para ganar asaltos.

El combate terminaría como empezó, con la campeona canadiense al frente, atacando, conectando más y mejor a una mexicana que aunque no sufrió la potencia de su rival, se vio superada en todo momento y sin las herramientas necesarias para cambiar el guión.

Finalmente y de manera más que justa, las puntuaciones fallaron en favor de la local (99-91, 98-92 y 97-93) que se llevaba una merecida victoria por decisión unánime y se coronaba por primera vez en su carrera, campeona unificada del peso gallo (WBO, WBC). Esperamos que quiera seguir unificando coronas y que las dos restantes campeonas, Nina Huhges (WBA) y Ebanie Bridges (IBF) tengan la misma intención.

El resto de una cartelera de perfil más bien bajo, se pudo seguir desde nuestro país a través de la plataforma FITE TV.