Raúl Hernández
@rauhlopez

Aramis Torres (7-1-1, 3 KO) (a la derecha en la foto) perdió a los puntos el Campeonato de la Unión Europea del peso mosca frente al italiano Mohammed Obbadi (16-1, 11 KO) en un gran combate que nos hizo sufrir y emocionarnos, una derrota que nos deja un buen sabor de boca por la imagen que dio nuestro púgil canario.

El respeto se gana y no se exige y así es como se bajó del ring anoche en Florencia Aramis Torres, ganándose el respeto del público que asistió al recinto, el de todos los que vimos la pelea desde la distancia y el de su rival .
Mohammed Obbadi pensó que sería un camino de rosas cuando al comienzo del primer asalto un recto de izquierda impactó en el rostro de Aramis haciéndolo caer a la lona, pero estaba equivocado, Aramis se levantó como si nada hubiera pasado y terminó el asalto totalmente recuperado.

A partir del tercer asalto Aramis empezó a boxear de tú a tú al rival, pasando por fases del combate donde hizo pasar algún que otro apuro a Mohammed con su recto de derecha, obligando en alguna ocasión a agarrarse después de ser alcanzado por esa derecha de Aramis.

Aramis nunca le perdió la cara al combate, personalmente vi la mejor versión de Aramis que había visto hasta el momento, vi un boxeo serio, con un buen manejo de la izquierda, por momentos cambiaba su guardia para posicionarse de zurdo, con un buen manejo de la distancia, desarrolló un boxeo muy firme.

Quizás pesó demasiado en las puntuaciones esa caída en el primer asalto, siempre sin desmerecer ni mucho menos el gran trabajo de Mohammed Obbadi, un muy buen boxeador con un gran juego de piernas, que no paró de desplazarse por el ring, evitando la famosa «distancia del dinero» esa distancia donde Aramis lo podía poner en apuros, y con rápidas combinaciones y buenas esquivas conseguía decantar los rounds para su esquina.

Un combate muy competido, bonito de ver para el aficionado, con alternativas por ambas partes.

Todo púgil tiene tarde o temprano un punto de inflexión en su carrera, un bautismo de fuego donde pasas de ser un boxeador a un BOXEADOR con mayúsculas, ese punto de inflexión lo tuvo Aramis Torres anoche, nunca había peleado fuera de la isla, nunca había peleado a la distancia de doce asaltos, factores que generaban una gran incógnita sobre el rendimiento que podría dar y si estaba preparado para retos importantes en esto del boxeo.

Las derrotas cuando lo has dado todo, cuando te has dejado el alma en el ring, cuando has caído a la lona y te has levantado, cuando bajas del cuadrilátero en paz contigo por que has hecho todo lo que ha estado en tus puños y mente para ganar, esa derrota se convierte en una victoria.