Manuel Valero
@Manu_Valero

El boxeo estadounidense vuelve a poner sus ojos en los pesos pesados gracias a Deontay Wilder (36-0, 35 KO), que defendió con éxito su corona mundial WBC ante asistentes de la talla de Mike Tyson o Lennox Lewis. Todavía lejos del nivel de estas antiguas estrellas, el de Alabama se está labrando un nombre gracias a su poderosa pegada. Aunque gran parte de los asistentes al Barclays Center de Brooklyn eran paisanos de Artur Szpilka (20-2, 15 KO), el americano supo leer el combate después de ser superado por el polaco en los primeros compases. Ambos protagonizaron algunos intercambios para gozo de los espectadores, llegando buenos golpes al rostro del campeón. Con el paso de los asaltos, Wilder controló el combate con su izquierda.
La letal derecha de Wilder impactó en Szpilka en el noveno asalto, cayendo fulminado el polaco, dejando uno de esos knockouts que darán la vuelta al mundo.
No terminó el espectáculo en Brooklyn con el final del combate, pues Tyson Fury se subió al ring para provocar a Wilder con su habitual show. El americano respondió que se dejase de teatro y pelee con él cuando quiera. Antes le tocará al campeón mundial pesado WBC exponer su corona ante el ruso Alexander Povetkin, actual aspirante oficial.