Leopoldo Bonías ha denunciado las siguientes irregularidades en el proceso electoral de la Federación Valenciana de Boxeo. El expresidente nos ha enviado este artículo que ha salido publicado en el Levante-EMV, el periódico de mayor tirada en Valencia

Pedro Valero-Levante-EMV

El último asalto del combate que se está librando en el seno de la Federación de Boxeo de la Comunitat Valenciana será en los juzgados. Concretamente, en el de instrucción número de 15 de Valencia, donde Leopoldo Bonías, el expresidente del ente pugilístico, presentó ayer una denuncia por la presunta falsificación de cuatro firmas en pleno proceso electoral para escoger al nuevo presidente de la federación.

Bonías, que aspira a recuperar la presidencia, argumenta en su demanda que en las listas de las candidaturas para conformar la nueva asamblea general de la federación, el órgano que ha de nombrar a la próxima junta directiva, ha habido una presunta «suplantación de identidad» y «falsedad documental» al falsificar la firma de cuatro deportistas. Bonías subraya que se han presentado cuatro candidaturas, en las que se debe incorporar la firma y la fotocopia del DNI, de cuatro boxeadores de un club de la provincia de Valencia que en ningún momento han querido ser candidatos. Para defenderlo, Bonías adjunta la declaración de los púgiles en las que niegan haber presentado su candidatura a la asamblea general de la federación. Alguien lo hizo contra su voluntad.

En este punto, el denunciante explica que no dispone de pruebas para acusar a nadie, pero sí señala a la actual comisión gestora que rige la federación desde que Bonías la abandonó en marzo, después de que el Tribunal de l’Esport declarase nula su elección en 2014 por irregularidades en aquellos comicios.

Desde entonces, la «pelea» entre la comisión gestora designada por la Conselleria d’Educació, Investigació, Cultura i Esport, presidida por Joan Antoni Polit, y la antigua directiva, con Bonías a la cabeza, ha sido un intercambio de golpes constante. Bonías afirma estar convencido de que en la conselleria «no quieren que yo sea presidente» y señala que se está «buscando gente» para que no salga elegido de nuevo. Además, culpa al Director General de Deportes, Josep Miquel Moya, de ser «el responsable político» de esta guerra en la federación.