Daniel Pi
@Bastionboxeo

Como Demetrius Andrade (24-0, 16 KO) ofreció una de las actuaciones menos convincentes de su formidable carrera y Jack Culcay (22-2, 11 KO) dio todo lo que tenía y ejecutó una de sus mejores peleas, el desarrollo del duelo entre ambos no estuvo ni mucho menos tan desigualado como se esperaba. Tanto es así que Andrade, amplísimo favorito, sólo se impuso por decisión dividida con cartulinas de doble 116-112 y un 114-115, aunque, de todos modos, cabe decir que el triunfo del estadounidense resultó relativamente claro y la tarjeta favorable a Culcay un tanto localista.

Sea como sea, Andrade pareció confiado de más y excesivamente calmado, limitándose al inicio a perseguir a su rival y a apoyarse en aislados directos de izquierda, puesto que su jab resultó en gran parte inefectivo. Por su parte, Culcay se desplazaba por el exterior del ring a la espera del momento adecuado para lanzar una arremetida con hooks o directos, que en no pocas ocasiones sorprendieron a su oponente. De todas formas, «Boo Boo» Andrade, muy superior técnicamente, uso bien su contraataque para no dejar escapar la mayoría de asaltos durante la primera mitad.

A pesar de que Culcay intentó romper el combate con intercambios de golpes, el visitante respondió de forma adecuada, terminando por imponerse posteriormente en la distancia media con su directo enlazado con gancho, llegando a empujar hacia las cuerdas al ecuatoriano-alemán y a descargar contra él hooks al cuerpo. Con todo, después de que hacia la mitad pareciese que Culcay podía ceder, éste reaccionó envalentonado por su público, tomando la iniciativa y conectando con claridad directos, ganchos diestros y alguna combinación de curvos en corta.

Un tanto incomodado, pese a sus buenas esquivas, Andrade intentó cambiar su guardia de zurda a diestra, pero sólo un mejor uso del jab, su destreza al contragolpe y su velocidad evitaron que la contienda se emparejase de más. Finalmente, tras un undécimo round en el que Andrade movió ligeramente a su oponente con un directo y después de un duodécimo en el cual el excampeón WBO dio muestras de cansancio ante la ofensiva final de Culcay, se llegó a una lectura de tarjetas que certificaron el triunfo del norteamericano.

Con ello, Andrade se sitúa como aspirante oficial de Erislandy Lara, campeón mundial WBA del peso superwélter, aunque no podrá ganar al cubano combatiendo de forma tan desidiosa y con tanta falta de dinamismo, teniendo que recuperar el eléctrico boxeo de sus anteriores peleas si no quiere ser desdibujado. A pesar de que su actuación dejó mucho que desear, Andrade afirmó tras el combate: «Sólo quiero enfrentarme a los mejores. Ponedlos en fila y noquearé a todos los campeones».

Por otro lado, se debe destacar la valentía y la voluntad de victoria de Culcay que, si bien difícilmente llegará a ser tenido en cuenta como un nombre insigne, superó las negativas perspectivas, logrando ofrecer una de las peleas más contendidas de la trayectoria del invicto Andrade a base de trabajo y ambición.