Darío Pérez
@Ringsider2020
El SNHU Arena de Manchester, en el norteamericano estado de New Hampshire, es la sede de una velada organizada por Matchroom esta noche con nada menos que cuatro combates con mundiales en juego.
Como pelea de fondo, Demetrius Andrade (30-0, 18 KO) expone su título mundial WBO medio contra el irlandés Jason Quigley (19-1, 14 KO). Tanto Andrade como su promotor, Eddie Hearn, se quejan amargamente de lo evitado que es el de Providence por otros campeones a la hora de unificar (y de potenciales retadores, como Jaime Munguía), teniendo que conformarse, algo que para muchos otros es más que suficiente, con ir defendiendo su cetro mundial en peleas sin mucho tirón mediático.
Será su segunda subida al ring del año tras vencer a Liam Williams a los puntos, con la solvencia y la falta de espectáculo habituales, en la primera mitad del año, tiempo en el que Quigley batió más ajustadamente a Shane Mosley Jr. para ganarse una oportunidad mundial. Salvo sorpresa mayúscula, se prevé un triunfo de Andrade sin excesivos problemas, insistiendo en buscar contrincantes de talla universal en 2022.
La baja de última hora de Ronny Ríos por covid ha aclarado bastante el panorama para el uzbeko Murodjon Akhmadaliev (9-0, 7 KO). El plata mundial y bronce olímpico antes de su paso al boxeo rentado arriesga sus cintos IBF y WBA supergallo ante un sustituto de última hora, el chileno José Velásquez (29-6-2, 19 KO). El campeón es uno de los púgiles de la zona que mejor ha interpretado el paso del boxeo amateur al profesional, y, pese a que el récord del hispano es engañoso dado que sus derrotas se sitúan bastante atrás en el tiempo, parece muy favorito para los analistas de cara a empezar 2022 en su estado de privilegio actual.
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En el peso mosca, Julio César Martínez (18-1, 14 KO) y McWilliams Arroyo (21-4, 16 KO) disputan el título mundial WBC mosca, poseído por el primero. Nueva guerra México-Puerto Rico, en un pleito que se había suspendido en varias ocasiones con anterioridad y que, pese a que el campeón vuelve a partir como más probable ganador, tiene un puntito más de incertidumbre que las dos peleas ya analizadas. Arroyo está ante, quizá, su última oportunidad de ser campeón mundial en el pugilismo de pago, algo que se le ha resistido en varias ocasiones. Ambos, buenos pegadores para la división, son de los que no se guardan ni un golpe, por lo que podría ser, como dicen al otro lado del charco, el combate que le robe el show al principal.
Por último, la pelea femenina de la noche. Dentro del torneo con todas las campeonas para establecer a la reina indiscutible del peso superligero, la estadounidense Kali Reis (18-7-1, 5 KO), poseedora del cinto WBA, se medirá a la canadiense Jessica Camara (8-2, 0 KO). En juego estará también la corona WBO de la categoría, vacante en la actualidad, y el derecho a jugarse con Chantelle Cameron los cuatro títulos del mundo de la categoría. Camara es novata en peleas de esta índole, lo que a priori daría ventaja a Reis para obtener ese privilegio.
La velada podrá seguirse en España mediante DAZN a partir de las 2:00 de la próxima madrugada de viernes a sábado.
