
Julio César Garcés
El excampeón mundial Keyshawn Davis (13-0, 9 KO), uno de los nombres con mayor proyección en el boxeo estadounidense, atraviesa una etapa crítica. Con 26 años y una medalla olímpica en su historial, plata en Tokio, su carrera parece haberse estancado. El excampeón mundial del peso ligero de la World Boxing Organization (WBO) ha quedado fuera de los rankings oficiales y sin cinturón. La caída comenzó tras no dar el peso (61,2 kg) para su defensa frente a Edwin De Los Santos. Sin pelear, perdió automáticamente el título. Desde entonces, su nombre no figura ni en la clasificación del peso ligero (hasta 61,2 kg) ni en la del superligero (hasta 63,5 kg), donde reina Teófimo López. Esperemos a ver si le clasifican en las próximas listas.
Lo lógico habría sido que Davis diera el salto a los 63,5 kg, pero ni siquiera aparece entre los contendientes. Mientras tanto, Abdullah Mason y Sam Noakes disputarán el título vacante que perdió en la báscula Davis.
Davis reconoció que su cuerpo ya no puede mantenerse en los 61,2 kg. La solución podría ser subir al wélter (hasta 66,7 kg), pero allí el panorama es aún más desafiante: Jaron Ennis domina como campeón de la WBA y de la IBF y Brian Norman Jr. acaba de retener el cinturón de la WBO con una victoria por nocaut.
El contraste con sus días de gloria como amateur es evidente. En esa etapa, se enfrentó en cuatro ocasiones al cubano Andy Cruz, incluyendo la final olímpica de Tokio 2020, en la que cayó derrotado. Hoy, Davis se enfrenta a su mayor combate: volver a posicionarse en un mundo del boxeo que no espera a nadie.