Darío Pérez
@Ringsider2020

El navarro César Núñez (17-3-1, 9 KO) cayó esta noche en Milán ante el italiano Daniele Scardina (19-0, 15 KO) en el combate que suponía el Campeonato de la Unión Europea Supermedio, vacante hasta la noche de hoy.

Pelea competitiva desde el primer instante, los dos boxeadores mostraron un buen nivel y notable peligrosidad. Buscaban el jab, el croché, las trayectorias rectas, curvas y golpear en zonas altas y bajas, en una entretenida presentación que continuó con un aún mejor segundo asalto, con buenos momentos de Núñez.

Nuestro boxeador entraba con una guardia cerrada a los intercambios, intentando evitar los rectos del italiano, púgil con menos variedad de ataques que Núñez. En el cuarto episodio de los doce pactados, buenos crochés del navarro pusieron en aprietos al lombardo, más pendiente de quejarse por golpes a la zona occipital que de contrarrestar a César Núñez. Posiblemente, el único pero que se le podía poner al español en este tramo medio de la pelea es que le entraban muchos jabs, aunque podía ser un riesgo medido para penetrar en la distancia del local, de mayor altura y alcance.

En el octavo asalto, Núñez empezó a notar el cansancio de perseguir a Scardina y sacar muchas manos de poder, siendo alcanzado y cortado por su rival en unas cuantas ocasiones, lo que fue minando su resistencia hasta que tras recibir una andanada de golpes con escasa respuesta, se giró y el árbitro decidió parar el combate. Una lástima, tras el buen combate que estaba haciendo nuestro representante.

En los combates previos, Vincenzo La Femina (7-0, 3 KO) venció dentro del peso pluma al nicaragüense residente en España Pablo Narváez (9-22-7, 1 KO). Narváez, requerido a última hora para participar en la velada, poca oposición pudo ser para La Femina, y ya desde el primer asalto recibió duros golpes del italiano. Al menos, dejó el contador de honradez deportiva alto, e hizo todo lo que pudo para aguantar en pie toda la pelea y, en algunos momentos, sacar trabajo para intentar poner en apuros al local. Las puntuaciones de los jueces, a favor de La Femina, fueron de triple 60-54.

En el peso superwélter, Mirko Natalizi (10-0, 7 KO) ganó al veterano belga Islam Teffahi (22-9-2, 5 KO) en la categoría superwélter. Dos púgiles que no fueron al gimnasio el día del asalto de tanteo, porque se empezaron pegando con todo desde los primeros segundos, aunque sin demasiado acierto ni contundencia. El combate siguió así, con cierta anarquía y golpes lanzados en cualquier trayectoria, hasta que en el cuarto asalto Natalizi recibió una de las andanadas de Teffahi con un croché a la parte baja del rostro que dejó al belga a su merced, rematándolo con dureza y arrojándolo al suelo. El árbitro, con bastante precipitación, paró las acciones de la pelea sin ni siquiera contar a un púgil que ya se levantaba a la cuenta de cinco, ante las protestas del ya perdedor. Ni el carnicero que puso en peligro a Warrington ni este juez, que parece que tenía prisa para cenar.

Tobia Loriga (32-9-3, 6 KO) y Nicholas Esposito (14-0, 5 KO) se enfrentaban a diez asaltos por el título de Italia del peso wélter. Con cuarenta y tres años, el campeón Loriga salió a intentar dominar el ring imponiendo su experiencia ante un aspirante que se movía con mayor agilidad. Fue una pelea larga, táctica en ocasiones y más de ataque en otras, pero siempre entretenida para el espectador por la buena voluntad de los dos boxeadores de ofrecer un buen espectáculo. Todo ello hizo mella en la anatomía de ambos contendientes, con la cara bastante enrojecida desde mitad de la pelea, en parte consecuencia de varios choques de cabezas. Batalla dura, con varias caídas del protector bucal incluidas, y esfuerzo generoso de los deportistas transalpinos que los jueces valoraron con un triple 97-93 a favor de Esposito, nuevo campeón italiano.

Como combate de semifondo, otro duelo a diez asaltos en el peso wélter. El rumano residente en Italia Maxim Prodan (19-0-1, 15 KO) y el italiano Nicola Cristofori (11-3-2, 1 KO) se medían con un título intermedio IBF en juego. Cristofori, zurdo y más alto, se movía intentando eludir a un Prodan que marcó el centro del ring con autoridad e intentaba cortar las salidas del rival, llegando con peligrosas manos ya al final del primer asalto. Cristofori, sin embargo, fue entrando en calor y, de menos a más, igualó la contienda en los sucesivos rounds, hasta que, en el quinto, un croché de Prodan impactó duramente en la parte lateral-trasera de su cabeza. Tras sobrevivir a la caída, Cristofori siguió boxeando con las piernas, sin dejar de moverse para hacer fallar al peligroso (pero, hasta cierto punto, predecible) hombre que tenía enfrente. Mejor boxeo el suyo que el propuesto por Prodan, que no supo cómo encerrar en la corta distancia de manera solvente a Cristofori, y, cuando ya se vislumbraban las cartulinas, una mano telegrafiada por el rumano le dejó extrañamente conmocionado a Cristofori, que, falto de reacción, fue salvado de mayor castigo por el árbitro. Mano salvadora de un Prodan que deberá mejorar si quiere aspirar a cotas mayores.