Yafai vs. Cunningham

Darío Pérez
@Ringsider2020

Dentro de la velada que se disputó esta tarde en el Manchester Arena, los británicos Gamal Yafai (18-2, 10 KO) y Jason Cunningham (29-6, 6 KO) disputaron el Campeonato de Europa Supergallo. Era la primera defensa de Yafai tras vencer a Luca Rigoldi hace medio año, y no empezó bien el combate para el campeón, que no supo interpretar el encuentro quedándose en la corta distancia y, de hecho, cayendo en el segundo asalto.

Se levantó sin daño aparente tras un intercambio en la corta distancia, viéndose ciertos gestos de frustración en su rostro. Cambió en cierto modo su estrategia Yafai, que hasta entonces había beneficiado al aspirante, y empezó a mostrarse con autoridad en el tercer asalto, conectando buenos crochés sobre Cunningham, pero volvió a ser cazado en la corta distancia en el cuarto, recibiendo una nueva cuenta de protección.

Todo lo poco atractivo que resultó el anterior combate fue olvidado por esta tremenda pugna entre dos estilos donde Cunningham había sabido llevar las acciones a su territorio en el primer tercio, ya que Gafai no ejecutó el plan más astuto, entrar, pegar, salir, exceptuando el tercer episodio de los doce pactados. Y de igual manera se llegó al ecuador del pleito, con una nueva caída del campeón en el sexto parcial tras un gancho al maxilar. Tres asaltos con 10-8 en contra en los seis primeros le obligaban a Yafai a arriesgar más y, ahora sí, utilizar un plan cercano al todo o nada de cara a la segunda mitad de este título continental.

Estaba saltando la sorpresa en Manchester, y parecía imposible que Gafai remontase a los puntos y se quedase con el cinturón supergallo de Europa. Los asaltos de campeonato solo tenían que ser aguantados por Cunningham tras la ventaja en las cartulinas que debía mantener de la primera mitad de la pelea. Y se fue a la lona el aspirante en el décimo asalto, cansado y castigado por un Yafai con mejor preparación física pese a su particular romance con el suelo del ring.

El árbitro no contó, pero la situación dejó al público la puerta abierta para los dos rounds finales; había pelea. El cansancio lógico hizo que no hubiera daño significativo para ninguno de ellos en esos últimos seis minutos, por lo que se llegó a las cartulinas. Los jueces dictaron puntuaciones de 115-110, 114-111 y 114-111 a favor de Cunningham, en una más que razonable decisión unánime.