Daniel Pi
@BastionBoxeo

Se esperaba que los problemas de encaje de Amir Khan (33-5, 20 KO KO) apareciesen, como efectivamente sucedió. También se preveía que la velocidad de este generase ciertas complicaciones puntuales que, de todos modos, no iban a poder evitar que Terence Crawford (35-0, 26 KO) fuese superior sobre el ring, como finalmente pasó. Con todo, lo que nadie podía esperar respecto al campeonato mundial WBO del peso wélter, disputado en la madrugada del sábado al domingo ante los ojos de 14.000 espectadores en el Madison Square Garden de Nueva York (Estados Unidos), es que la pelea tuviese un desenlace tan extraño.

Y es que en el sexto asalto Crawford impactó un golpe claramente antirreglamentario que fue sucedido por la detención de las acciones y, sorprendentemente, por su proclamación como vencedor, indicándose que el entrenador de Khan, Virgil Hunter, había decidido que su púgil no siguiese en la pelea.

Todo esto se podría haber evitado si el encuentro hubiese concluido, como pareció que iba a suceder, en el primer asalto, cuando un croché diestro a la contra de Crawford dejó tocado y desorientado a Khan, que cayó a la lona tras recibir un croché zurdo. En la reanudación Khan pasó por muchos apuros, teniendo que agarrarse a la desesperada para no caer, si bien no evitó que una derecha lo dejase tambaleándose poco antes del final del primer asalto.

No obstante, en el segundo round la pelea se enfrió, con Khan logrando llegar con una clara derecha a pesar de que se atropellaba un tanto en sus pretensiones ofensivas. Aunque el retador tuvo aciertos puntuales con sus rectos, Crawford, que desde el tercer episodio cambió su postura inicial de diestro por la de zurdo, mantuvo el control de las acciones con su buena gestión de la distancia, sus esquivas dinámicas, su jab y sus certeras contras, llegando con más facilidad en el cuarto y quinto asalto.

En dichos rounds Khan estuvo más parado y los curvos de Crawford llegaron enlazados, especialmente al torso, pareciendo cuestión de tiempo que el visitante, cada vez más mermado y que ya apenas daba otra cosa que manotazos sin contundencia, sucumbiese. Sin embargo, aunque la conclusión llegó en el sexto episodio, ésta no fue convencional, puesto que un gancho muy por debajo de la cinturilla dejó dolorido a Khan que, tras intentar recuperarse durante unos segundos y realizar alguna negación con la cabeza dirigiéndose a su esquina, vio como el árbitro decretaba el KOT.

La confusión creada por este hecho cundió, ya que si no podía seguir por un golpe antirreglamentario involuntario lo lógico era ir a las tarjetas. Por otro lado, si se estimaba que el golpe era intencionado Crawford debería haber sido descalificado. En cualquier caso, lejos de consumir los cinco minutos reglamentarios, Khan le dijo a su esquina que el golpe bajo le había dejado sin fuerzas, de modo que su entrenador Virgil Hunter decidió, sin más, indicarle al tercer hombre que su púgil no iba a seguir combatiendo, pasándose así de la posibilidad de una decisión técnica al KOT que finalmente consta para la comisión de Nueva York.

Dicho final ha dejado interpretaciones para todos los gustos, desde que Khan simplemente se rindió y buscó una salida de emergencia de la pugna, hasta que el árbitro actuó de forma errónea o que Hunter cometió una torpeza. Por otro lado, aunque existe consenso en que en una eventual decisión técnica Crawford hubiese vencido también, dado que fue mejor durante los rounds disputados, la pelea no beneficia decisivamente a los que querían justificar con ella la consideración del estadounidense como número 1 de todos los pesos.

Finalizado el encuentro Crawford mintió y negó que el golpe fuese por debajo de la cinturilla, aunque lo pudo ver en una de las múltiples repeticiones en las pantallas gigantes del estadio, añadiendo posteriormente que quiere medirse a Errol Spence. De todas maneras, las esperanzas de ver esta unificación fueron rotas inmediatamente después por Bob Arum, que afirmó que no se podrá hacer esa pelea hasta que no cambie la total negativa de Al Haymon a poner sobre un ring a sus boxeadores contra púgiles de Top Rank y que es necesario presionar a este para que modifique su postura.

Estando así las cosas, rumoreándose que Spence y Porter podrían unificar a finales de temporada y con PBC acaparando a la élite del peso wélter, parece que de momento el equipo de Crawford deberá seguir esforzándose por buscar entre los escasos adversarios de relieve que puedan enfrentarse a él, señalándose como una opción Kell Brook, que presenció el combate de la pasada madrugada desde un asiento del recinto.

Resultados del respaldo
En el combate que inició la emisión de la cartelera principal, el duelo del peso ligero entre el puertorriqueño Félix Verdejo (25-1, 16 KO) y el costarricense Bryan “Tiquito” Vásquez (37-4, 20 KO), el “Diamante” se hizo con una trabajada victoria unánime con cartulinas de 98-92 y doble 97-93 excesivamente amplias y que no reflejan lo contendido que estuvo el choque.

El triunfo le permite seguir adelante en su batalla por acercarse a un mundial y por no perder la confianza de Bob Arum, que le ha dado un ultimátum por sus problemas dentro y fuera del ring, pero Vásquez, con gran defensa, movilidad y variedad de recursos, volvió a evidenciar lo previsible y repetitivo que es el boxeo de Verdejo, que depende en gran medida de su acierto con el uno-dos para hacerse con los asaltos.

Posteriormente, el plata olímpico estadounidense Shakur Stevenson (11-0, 6 KO) no tuvo problemas para dominar al exretador mundial puertorriqueño Christopher “Pitufo” Díaz (24-2, 16 KO), logrando el primero una clarísima decisión unánime (cartulinas de 100-90, 99-91 y 98-92) en un duelo sin historia, ya que el invicto utilizó su alcance, velocidad de manos y destreza al contragolpe, junto a su uso del clinch, para controlar las acciones ante un oponente que no le presionó con la suficiente tenacidad y constancia.

Estando muy bien clasificado en los cuatro organismos, teniendo detrás la maquinaria de Top Rank y el apoyo de los medios estadounidenses, que protegen al máximo a sus medallistas olímpicos, Stevenson entra ahora en la lucha directa por acceder a un mundial en el peso pluma, afirmando tras el combate que es el boxeador más inteligente y con mejor defensa de la actualidad, que es el próximo Floyd Mayweather o Sugar Ray Leonard y que quiere enfrentarse a cualquiera de los campeones, destacando a Josh Warrington.

Finalmente, en cuanto al enfrentamiento de semifondo, el peso ligero estadounidense de origen hondureño Teófimo López (13-0, 11 KO) se anotó otro nocaut deshaciéndose en el quinto asalto del excampeón de Europa finés nacido en Kosovo Edis Tatli (31-3, 10 KO). El visitante trató de caminar el ring y apoyarse en golpes de su mano adelantada, pero López, que tenía una abrumadora ventaja en explosividad y potencia, estuvo al acecho de sus golpes de poder hasta que en el quinto asalto, tras amagar con un jab al plexo, impactó una derecha recta al torso que hizo que Tatli no respondiese a la cuenta completa del árbitro.

López, que sale al ring con una bandera estadounidense, otra hondureña y una española (su abuelo es español) y que dice que su intención es representar sobre el ring a los tres países, más allá de sus grandes expectativas, traducidas en la pretensión de asaltar un mundial en los próximos meses y enfrentarse a Lomachenko incluso antes de que termine el año, afirmó tras el combate que no tuvo el mejor campamento de entrenamiento y que necesita por ello arreglar ciertas cosas que no quiso especificar.