José Luis Serrano
El día 21 de noviembre se celebra la pelea que, con muchas posibilidades, puede ser considerada como Combate del Año. El enfrentamiento entre Miguel Ángel Cotto y Saúl “Canelo” Álvarez, con el título del peso medio del Consejo Mundial de Boxeo en juego, tiene todos los ingredientes para ser lo que el combate de Mayweather con Pacquiao no pudo ser, una auténtica batalla donde tanto la táctica como el físico van a jugar un papel determinante.
El evento tendrá lugar en el Mandalay Bay Resort de Las Vegas, por lo que la afición, de mayoría mexicana, estará de parte de su compatriota. Cotto pelea en esta ocasión fuera de su feudo, el Madison Square Garden de Nueva York, donde tendría sin duda al público a su favor.
Si bien tengo claro que el combate será trepidante y que no faltarán los intercambios de artillería, también sé que el resultado es incierto. Esto precisamente es el principal aliciente de la pelea.
El pronóstico es difícil, pues si bien Canelo gana en juventud, velocidad de manos, tamaño y fortaleza, Cotto es superior en técnica, ritmo y defensa, así como en la calidad de los rivales a los que se ha enfrentado.
Ambos púgiles tienen una gran condición física y un ritmo de combate alto. Los dos tienen buena técnica y además son pegadores y encajadores.
Creo que clave del combate estará en quién se lleve al otro a su terreno. El que imponga su distancia será el ganador. Si la pelea se desarrolla en la larga distancia, la mayor envergadura y velocidad de manos de Canelo puede decantar el combate a su favor. Si por el contrario, Cotto logra entrar en la media-corta distancia, su postura, su centro de gravedad más bajo, su técnica y sus ganchos al hígado pueden darle la victoria.
¿Qué otras variables podemos considerar para predecir el resultado? Sin duda la experiencia no será un factor determinante pues Canelo, a pesar de su juventud (25 años por 35 de Cotto) debutó como profesional con 15 años y ha disputado más peleas que su rival.
Sí debemos considerar, por el contrario, la calidad de los oponentes. Cotto se ha enfrentado a los mejores, mientras que Canelo comenzó su carrera de forma muy conservadora, con rivales de poca entidad, tardando en llegar los contrarios peligrosos. Los rivales de renombre a los que se ha enfrentado Canelo han tenido, por lo general, varias derrotas en sus siguientes actuaciones. ¿Debemos interpretar esto como que la pegada de Saúl pasa factura, o como que fueron elegidos cuando ya estaban iniciando su declive?
Cotto, sin embargo, siempre se ha enfrentado a rivales que estaban en plenitud teniendo además un porcentaje mayor de nocauts en los últimos asaltos tras combates muy trabajados. Es un especialista en acabar con sus rivales una vez que estos están tocados, siendo, en mi opinión, mejor “finisher” que Canelo.
Tenemos, por lo tanto, un combate en el que el boxeador que imponga su distancia puede conseguir la victoria. El gancho al hígado de Cotto y el uppercut de Canelo pueden ser los golpes decisivos.
La historia y la experiencia y, por tanto, la razón me dicen que debe ganar Canelo. En todas las épocas del boxeo ha llegado un joven que ha retirado al campeón. En esta ocasión, sin embargo, y aunque la cabeza me dice que ganará Canelo, mi intuición me dice que el campeón será Cotto.