Carlos Utrilla
@CJBoxing
Fotos: Peñuela Rebel Pride

Seis años después, Luca Giacon volvía a pelear en casa, gracias a su promotora OPI 2000 y a Balearic Affair, que saltaba a la promoción pugilística y que es realmente quien ha corrido con el peso de la organización. Y dentro de ese trabajo se debería destacar al círculo de amigos del boxeador, cuya labor incansable propició que anoche la velada fuera un éxito.
El público respondió con más de tres cuartas partes del aforo, la puesta en escena fue espectacular, la producción televisiva de gran calidad y la retransmisión en marca.com un éxito (con Emilio Marquiegui y Jaime Ugarte disfrutando y, sobre todo, haciendo disfrutar).
Hace seis años Giacon era un jovencito que apuntaba muy buenas maneras; ahora ya está integrado en la elite europea. No queremos vender humo, pero cualidades para ir más allá tiene. Y junto a ellas tiene la consciencia de que hay que seguir mejorando y trabajando día a día… y las ganas de hacerlo. Con el buen mecenazgo de Salvatore Cherchi y la suerte necesaria en el boxeo de hoy en día para que las oportunidades lleguen, el techo de Luca debe estar muy alto.

Anoche Giacon daba un paso más al derrotar por abandono al principio del séptimo asalto al finés Ville Piispanen, un hombre que le aguantó en Italia doce rounds a Michele Di Rocco en Diciembre pasado y llegó a asustarle en demasía enviándolo a la lona con una impresionante derecha recta. No era rival fácil, pues, y así lo demostró al principio de la pelea. A Giacon le costó más de un round entrar en la misma, viéndose sorprendido por el jab del escandinavo, que fue erosionando el ojo derecho del español (sobre el ring, en los prolegómenos, himno de España y banderas de nuestro país y de Italia).
Pero desde mediados del segundo round Luca encontró la distancia y comenzó a usar su variedad de golpeo para ir castigando progresivamente a Piispanen. El 4º fue el principio del fin para el aspirante a este título WBA Continental del peso superligero, pues Giacon le sometió a un impresionante acoso que fue rematado con no menos de 40 golpes seguidos sin que el finlandés apenas sacara golpes. El alemán Sr. Oliver Brien a punto estuvo de parar las acciones: sólo el hecho de que varios de ellos fueran a parar a la guardia cerrada del escandinavo permitió que el combate prosiguiera.

Piispanen-Giacon

En el 5º round prosiguió el dominio del local, animado por todo su público, aunque la presión fue menos intensa. Pero todo se desató en el 6º, cuando regresó el “huracán Giacon” y esta vez con lo que caracteriza a los grandes boxeadores: los ángulos diversos en el golpeo y la alternancia arriba-abajo. Piispanen caería dos veces por golpes al cuerpo, aunque de ambas pudo recuperarse antes de que acabara el parcial. Sin embargo, y de manera muy acertada, su manejador Pekka Maki decidió que ya era suficiente el castigo, pese a que el púgil protestó la acción.
La máquina demoledora de Luca Giacon funcionaba una vez más a la perfección, pues quizá sin ser un noqueador de un solo golpe, es un hombre que consigue su victoria antes del límite número 23 en 26 victorias. 2015 debe ser el año de la consolidación.

Marquiegui-Giacon-Ugarte

En el resto de combates profesionales de la noche, Ruddy Encarnación venció por decisión unánime a Ángel Lorente “Lillo” en un combate que careció de ritmo. El madrileño llevó la iniciativa permanentemente, mientras que el balear apenas sacó manos ni contragolpeó con regularidad. Ruddy deberá realizar una nueva defensa del título de la Unión Europea (Italia o Francia) antes de que cumpla el sueño de pelear por el europeo.

Jorge Fortea venció por KOT. en el sexto asalto a Sergio Abad. Fortea es todo clase, uno de nuestros púgiles más técnicos: cambios de guardia, defensa usando el hombro (“chicken wing”) mientras la mano derecha protege el mentón, tremenda variedad de golpeo, etc. Dominó con claridad ante el acoso de Abad, para en el sexto se centró en el K.O. y lo consiguió. También 2015 debe ser un año importante para él. De Abad, todo voluntad, y hay que decir que tras ser noqueado se duchó y corrió con sus amigos a ver a Giacon como si nada (un gran tipo, Sergio).

La sorpresa de la noche y del año llegó con la derrota de Natxo Mendoza frente a Mariusz Jacheanu, un hombre con récord de 0-2 en profesionales, aunque amplio bagaje amateur. Aunque existen opiniones de todo tipo sobre la justicia de las cartulinas, lo cierto es que el vitoriano estuvo frío, limitándose al uno-dos y sin poner la presión de otras ocasiones. Esto hizo que Jacheanu (que debe bajar de categoría para ser más peligroso) no perdiera la cara a la pelea e incluso en varios rounds llegara con las manos más claras, que es lo que convenció a los jueces.

Por último, Julio Sánchez ganó por puntos a Nordin Abderrahamán, en combate en el que éste último llevó el peso de la ofensiva pero en el que su rival supo pelear a la contra y meter los golpes más nítidos.

En el primer combate de la noche, el marbellí Antonio Benítez derrotó por puntos a David Vargas “El Sicario” en un entretenido duelo en el que hubo bastante acción.