El británico Luke Campbell perdió de manera ajustada el pasado sábado ante el venezolano Jorge Linares, viendo frustrado su primer intento de hacerse con un título mundial, en este caso el del ligero WBA. Veinticuatro horas después de la pelea, Campbell reveló que su padre había muerto sólo dos semanas antes a causa de un cáncer que sufría desde 2014.
Campbell decidió seguir adelante con el combate, pensando que era la mejor manera de homenajear a su progenitor, a pesar de la negatividad de su entorno. Para que Linares no se sintiese superior a él, el británico decidió conservar en secreto la muerte de su padre.