Daniel Pi
@BastionBoxeo

Haciendo valer su ventaja en precisión y experiencia, este jueves en el Korakuen Hall de Tokio (Japón), el japonés Ryosuke Iwasa (25-3, 16 KO) pareció merecer retener su cinturón de campeón mundial IBF del peso supergallo, pero los jueces dieron la desagradable sorpresa decretando que el irlandés, residente en Australia, TJ Doheny (20-0, 14 KO) se hacía con la victoria por una sumamente polémica decisión unánime. Las tarjetas fueron de un atroz 117-112 (dado por un juez australiano), un 116-112 y un 115-113, siendo la puntuación del comentarista para ESPN Teddy Atlas de un mucho más adecuado 116-113 a favor de Iwasa, dando otros medios un 116-112 a favor del nipón todavía más apropiado.

Contrariamente a lo que caracteriza su boxeo, o sea los agresivos comienzos, y lo que podría haberle dado mejores opciones, Doheny arrancó con extrema calma y caminando el ring sin a penas lanzar otra cosa que golpes aislados, permitiendo que Iwasa no sufriese apuros iniciales, fuese encontrando el camino para su jab y su directo de izquierda y sorprendiese a la contra a su rival con un gancho diestro. Eventualmente, Doheny lanzó arremetidas con las que anotó alguna izquierda, muchas veces sucedida por clinch, pero el jab de Iwasa y sus crochés a la contra siguieron cobrándose un precio, como serios cortes en ambos pómulos del retador.

Alcanzado el tercer round, cuando se había desvanecido ya la opción del inesperado golpe en frio inicial, Doheny se mostró algo más agresivo, pero siendo recibido con curvos en corta por parte del campeón e incomodado por la ventaja en alcance de éste, siguió mostrándose reticente a sostener sus ofensivas. Así, como se esperaba, con cada minuto transcurrido Iwasa se mostraba más sólido, bloqueando, esquivando con pasos atrás, imponiendo su jab y conectando duros ganchos al torso, a lo que el retador contestó con esporádicos puños, casi exclusivamente zurdos, de dispar efectividad y una creciente tendencia a embarrar el combate con clinches, forcejeos, llaves de cuello y golpeo entre agarres.

Por fin, en el sexto asalto Doheny se lanzó al ataque, logrando, lógicamente, buenos resultados con contundentes combinaciones en corta, pero terminó por renunciar otra vez a sus ventajas, permitiendo que el local se recuperara, contestase con tesón y lo sacudiese con un zurdazo recto. Aunque Doheny tuvo éxito en el séptimo episodio con sus izquierdas aisladas, posteriormente Iwasa comenzó a desgastar al visitante con ganchos de izquierda al hígado, hostigándolo con jabs y directos, de modo que el irlandés se movió todavía más y acentuó sus llaves de cuello, sus puños al riñón en clinch y otras marrullerías, que debieron costarle al menos un punto. Finalmente, si bien “TJ” continuó llegando con algunos astutos rectos, el monarca mantuvo su trabajo en los asaltos finales para poner en claros apuros al muy cansado Doheny, que encajó repetidas series y se agarró sin descanso.

Una vez más, se produce un veredicto muy difícil de entender, siendo directamente ofensivo que el juez del país en el que reside Doheny le haya dado sólo tres asaltos a Iwasa, que fue superior y mereció el triunfo. En cualquier caso, y aunque no parece tener el nivel para ostentar dicho galardón, el irlandés es nuevo titular mundial y ante él se abre la posibilidad de una unificación. Resultó muy sorprendente que Top Rank decidiese que este encuentro se retransmitiese en Estados Unidos por ESPN+ teniendo en cuenta que en dicho país se obvian en casi su totalidad los encuentros de las veladas japonesas, pareciendo que Bob Arum intentaba dar exposición a un posible próximo rival de su púgil, el campeón WBO Isaac Dogboe, que está en busca de una unificación y que no cabe duda que ahora en Doheny verá una víctima propiciatoria para aunar coronas.