El púgil británico Drew Kacey Dawson nos ha remitido un comunicado acerca de su combate de hace una semana en Sedaví (Valencia), en el que perdió por puntos ante el debutante valenciano David Andrés Romero. Las puntuaciones fueron 40-36, 40-36, 39-37.

Tras haber digerido lo ocurrido y dejado pasar unos días en caliente para mitigar su indignación, ha querido contactar con ESPABOX para emitir su opinión más calculada nada más salir de quitarse los puntos del hospital.

Recordamos que este portal siempre da voz a cualquiera que, con el debido respeto, quiera expresarse sobre algún asunto del boxeo español.
«Fue una velada muy localista. Si no eras de casa, esa noche sabes que no ganabas. Eso ocurrió en mi vestuario, nadie ganó porque éramos todos visitantes.
Retransmitieron la velada online, fue una locura tras mi combate. Tenía más de 200 comentarios de gente preguntándome qué había pasado, porque todo el mundo vio lo sucio que peleó mi rival y contempló al árbitro Carmelo Moreno ignorarlo.
En el primer asalto, él me dio un cabezazo en los dientes y no se hizo nada, y ello continuó todo el combate cada vez que había un agarre. En el segundo round, su entrenador le recogió del taburete y le tuvo que dar unos golpes para despertarlo porque estaba reventado, el árbitro no hizo nada para tenernos seguros. En el cuarto, me abrió la ceja de otro cabezazo, intentando el árbitro que entrase el médico y me declarase no apto para continuar y que Daan Romero ganase por KO técnico. Por suerte, el doctor me conoce como boxeador y su profesionalidad estuvo por encima de lo parcial del árbitro. Y en el último minuto, le derribé con un gancho de izquierda, se me agarró pero cayó con ambos guantes…y no hubo cuenta de protección, incluso estando él sentido. Es decir, el árbitro no le protegió y le importó cero su seguridad. Se me abrazó hasta terminar.

Quienes pudieron ver la pelea, está claro que soy un púgil más fuerte, intenté boxear en lugar de pegarnos y solo una vez le respondí igual, cuando el árbitro me llamó la atención. Dos jueces, Úrsula Serrat y Pedro Urrutia, dieron todos los asaltos a Romero (40-36), mientras que Javier García lo puntuó 39-37, viéndole ganar tres rounds. Era su casa, su velada, saludó a todos ellos antes de irnos a cambiar antes de la pelea.

Pasaron muchas más cosas extradeportivas. Mi rival tuvo el póster de la velada el 30 de noviembre y uno con su pelea exclusiva el 6 de diciembre, mientras que yo no aparecía hasta el día 15 ni tuvimos acceso a entradas hasta esos días, pese a que mi entrenador no dejaba de pedirlas. Cambiaron además nuestras canciones de entrada, yo salí con la suya y él con la mía. Y además, los árbitros iban cambiando tras todas las peleas hasta entonces y aquí, curiosamente, no hubo cambio.

Al boxeo no se le cuidó en todo el evento, muchos de los participantes fueron robados. Es una falta de respeto al deporte y a esos púgiles que merecieron ganar. Si me hubieran derrotado con justicia, aceptaría el resultado sin duda y me pondría a trabajar para mejorar en busca de una revancha. Pero no ocurrió así».

En ESPABOX, algunos de los miembros de nuestro equipo que pudieron ver la gala (que dejó de estar disponible para su visionado a las pocas horas) creen que el británico mereció la victoria, aunque la mayoría considera que nunca fue un robo, y hay disparidad de criterios en cuanto al resultado justo o no.

Cualquier persona aludida o que quiera participar, tiene esta web a su entera disposición.