Daniel Pi
@BastionBoxeo

A diferencia de lo que ha sucedido en la mayoría de sus peleas más importantes, en las que su espléndida pegada no salió a relucir como se esperaba, la pasada madrugada en el The Ford Center at The Star de Frisco (Estados Unidos) el ghanés Richard Commey Isa Chaniev (13-2, 6 KO), el coaspirante al vacante cinto mundial IBF del peso ligero, proclamándose de ese modo monarca por primera vez en su trayectoria profesional.

Aunque su triunfo fue contundente no se debe pasar por alto que, de nuevo, en lo poco que se prolongó el combate Commey volvió a cometer errores de percepción de la distancia, lanzando su derecha desde demasiado atrás y exponiéndose en la media-corta a los astutos contragolpes de su rival.

Con todo, todavía en el primer asalto, una combinación croché zurdo-directo diestro estalló contra el mentón de Chaniev, que se desmoronó en la lona y se alzó con muchísimos problemas. Tantos apuros pasó que, pese a terminar el round y tener un breve descanso, en el segundo asalto no estaba recuperado, por lo que un gancho zurdo lo sentó en la lona. Finalmente, en la reanudación los rectos y las series de curvos de Commey tumbaron por tercera vez a su contrincante y precipitaron la intervención arbitral.

Como es conocido que tanto Commey como Chaniev tenían un acuerdo para que el ganador de su enfrentamiento se midiese en una unificación de coronas al monarca WBA y WBO Vasiliy Lomachenko, todo el mundo da por hecho que el ucraniano y el africano pelearán de forma inmediata, hasta el punto de que, si la Asociación Mundial de Boxeo no lo impide con su orden de defensa obligatoria ante Anthony Crolla, muchos dan por hecho que el choque entre monarcas se producirá el 12 de abril.

En la unificación, Lomachenko será clarísimo favorito, pero la altura, la velocidad, la moral y, sobre todo, la pegada de Commey suponen un riesgo suficientemente serio como para que los aficionados puedan ver con más interés esta contienda que las afrontadas por el oro olímpico ante púgiles como Marriaga, Sosa o Beltrán.