Daniel Pi
@BastionBoxeo

Además de ser una de las grandes sorpresas de la temporada, y contar con uno de los veredictos más controvertidos del año, la primera pelea entre Román “Chocolatito” González (46-1, 38 KO) y Wisaksil Wangek (43-4-1, 39 KO) supuso la culminación de otra espléndida e increíble historia personal asociada al pugilismo, deporte gracias al cual el segundo pasó de la nada al estrellato.

Nacido en una familia pobre de la provincia tailandesa de Sisaket, Wangek tuvo que emprender solo y como adolescente una peligrosa ruta de unos 100 km a pie para llegar a Bangkok y buscar un trabajo, teniendo que sobrevivir con un puesto mal pagado en un basurero, del que llegó a sacar los alimentos necesarios para no morir de inanición y en el que llegaba a hacer jornadas de casi dieciocho horas.

Con todo, después de momentos realmente duros, el boxeo se cruzó en su camino cambiando su destino. Ni siquiera los primeros momentos en este deporte fueron sencillos, debutando con derrota ante ni más ni menos que Akira Yaegashi, pero tras una larga cadena de victorias conquistó su primer mundial, que perdió poco después de forma polémica ante Carlos Cuadras. Igualmente, nadie se esperaba que tres años después lograría alzarse no sólo a una pelea ante uno de los mejores boxeadores de la historia en las divisiones más ligeras como “Chocolatito” González, sino que conseguiría destronarlo en el mismísimo Madison Square Garden para hacerse un hueco en la historia de la división y garantizar definitivamente su sustento y el de su familia.

En cualquier caso, para muchos esta historia de superación llegó a su punto culminante con una injusticia, viéndose por estos la victoria de Wangek como un robo atroz que rompió el perfecto récord de una estrella que había conseguido con incuestionables logros, como reinar y superar a la élite de cuatro divisiones, asentarse en la cumbre de todos los pesos, objetivo casi vedado para los púgiles más ligeros. Del mismo modo, son cuantiosos quienes creen que el afortunado momento de gloria de Wangek se diluirá este sábado, ni seis meses después de que comenzara.

Sin duda, después de haber sufrido tan amarga derrota, González necesita y pretende desquitarse con una victoria total, cosa que requerirá no sólo calma y frialdad mental sino un planteamiento muchísimo más astuto. Efectivamente, más allá de que mereciese la victoria o no, lo que resultó evidente es que González cometió un error al entrar en constantes cruces de golpes sin espacios durante tantos minutos, táctica que era la única en la que Wangek podía mantener la pelea disputada. “Chocolatito” no niega esos fallos, sino que es plenamente consciente y señala que boxeará con mucha más inteligencia en esta ocasión.

Cabe recordar que la cifra de jabs lanzados por Wangek fue ínfima y que en los momentos en que González más usó sus desplazamientos y trabajó de forma metódica, y no desordenada y precipitada, logró desequilibrar el agresivo sistema táctico de su oponente e incluso llegó a amenazar con el triunfo antes del límite. Así, si el nicaragüense, como afirma, ha aprendido de la derrota, es de esperar que pueda gestionar mejor los espacios y pueda conseguir una clara victoria, por lo que partirá como considerable favorito en las apuestas a pesar del tropiezo estadístico del anterior duelo. Por otro lado, será clave que el árbitro se muestre inflexible en la prohibición del uso de la cabeza para que no se vuelvan a repetir las numerosas brechas que jugaron un papel importante en el devenir de la anterior contienda.

De todos modos, ni siquiera aunque la victoria de González sea el resultado más probable, aunque ejecute de forma enteramente superior su estrategia (gracias a la ayuda esta vez del entrenador Sendai Tanaka) y el tercer hombre no deje lugar a las irregularidades, el ahora retador no podrá en ningún momento esperar una pelea sencilla de parte de Wangek, que demostró un coraje y una resistencia fuera de lo común a las que ahora se añadirá una enorme moral. De hecho, el tailandés afirma que ni siquiera siente presión de cara a este segundo encuentro y que su preparación ha durado en esta ocasión el doble de tiempo, sintiéndose en un momento culminante en su boxeo.

Es por esto que no cabe duda de que nuevamente la revancha debería levantar de sus asientos a los asistentes al StubHub Center de Carson (Estados Unidos) y dejarnos otra vez las veloces e infinitas series de un “Chocolatito” con desbordante ritmo y la inflexible presión del zurdo Wangek y su potentísima izquierda, pudiendo esperarse una pelea sensacional y fundamental para las trayectorias de ambos en la que, entre espectaculares y durísimos intercambios, se pondrá a prueba por encima de todo la capacidad de mejora, y adaptación de ambos.

La victoria de «Chocolatito» se paga a 1,30 € por euro apostado, mientras que el tailandés repita su triunfo asciende a 3,50€. Sportium, la casa de apuestas líder en España, te permite apostar a este combate pinchando aquí y entrando en el apartado «Próximos Combates». Condiciones especiales para los lectores de Espabox. ¡Suerte!