Hoy hace cuarenta años (17/05/1980) en que el leonés Roberto Castañón hacía la octava defensa de su título europeo del peso pluma en el Palacio Municipal de Deportes de León.
El rival era el italiano Salvatore Melluzzo (23-2, 10 KO), bicampeón de Italia de 27 años, zurdo y marrullero.

Roberto Castañón (38-1, 21 KO), que solo había perdido ante Danny «Coloradito» López por el mundial, podía superar a José Gironés, que era el boxeador español con más títulos de Europa, ocho en aquel momento también en el peso pluma (1929-1933), y conseguir el noveno cinturón, como así fue, por descalificación en el noveno asalto.

Aquí recogemos lo que nos contaba del combate el magnífico periodista catalán José Canalis en El Mundo Deportivo:
«Roberto Castañón saltó también el octavo obstáculo y batió el récord de permanencia en el trono europeo de los plumas que hasta el sábado compartía con el antiguo ídolo barcelonés José G¡ronés.

Es una marca importante la conseguida por el leonés quien, con un bagaje escaso en arabescos pugilísticos aunque con un corazón que no le cabe en pecho, parece querer eternizarse en la cumbre continental barriendo a los más variados aspirantes, sean estos técnicos o peleadores pulcros o marrulleros. Salvatore Melluzzo, según se desprende de la decisión tomada por el árbitro luxemburgués Arsene Klopp, ha sido de estos últimos.

Pero aún respetando su autoridad, es necesario señalar que un director de combate debe ser más fluido en ciertas ocasiones y especialmente más prudente cuando se halla una corona tan valiosa como la europea de por medio. Cortar suciedades, si existen, es evidentemente un signo positivo para que el desarrollo del combate vaya por los cauces reglamentarios que la deportividad exige.

Pero el exceso de celo, el querer convertirse en el protagonista, como hizo por lo visto Mr. Klopp, en lugar de pasar inadvertido, cualidad de los árbitros con clase, no perjudicó solamente a Melluzzo, aspirante sólo discreto, sino a Roberto Castañón, en aquel noveno asalto enfilado ya directamente a conseguir un triunfo brillante y espectacular y que la descalificación del italiano dejó en victoria gris.

No obstante, ya no se puede volver atrás. La página, en la historia de Castañón, será una más. Un capítulo más opaco que luminoso. Pero no puede achacársele la culpa al leonés, quien precisamente cuando pasan los asaltos es cuando da un mejor rendimiento. Melluzzo se veía asediado, Castañón en la pelea franca, si se la aceptan, se queda solo. Y mientras no se le acabe la cuerda pese a sus limitaciones técnicas, seguirá en lo alto.

De momento, Castañón, ha demostrado ser un campeón de Europa invencible porque por puntos superaba a Melluzzo y no tenía necesidad de la ayuda de Mr. Klopp. Ocho defensas de la corona enaltecen al leonés y le perfilan como una pequeña roca en la que pueden seguir estrellándose los sucesivos aspirantes».