José Manuel Moreno
@josemorenoco

Saúl «Canelo» Álvarez se resarció de su derrota ante Floyd Mayweather y se reconcilió este sábado ante sus aficionados con una convincente victoria ante su compatriota Alfredo Angulo. Después de la polémica del pesaje y de los desmentidos oficiales sobre el rumor de que Canelo tendría que pagar 100.000 dólares a su rival por pesar 155 libras, llegó la hora de la verdad en un expectante MGM Grand Arena de Las Vegas. Más de 14.000 espectadores en este sensacional coliseum indican a las claras del fuerte tirón que posee el joven campeón mexicano. Canelo (43-1-1, 31 KO) fue mejor que Angulo desde el principio hasta el precipitado final. Precipitado porque pocos entendieron que el reputado árbitro Tony Weeks detuviera la pelea a los 47 segundos del décimo round, cuando no pareció que el «Perro» estuviera seriamente lastimado. «Estaba haciendo mi trabajo, yo podía pelear otros rounds, el réferi paró la pelea, él es la ley arriba del ring y qué se puede hacer», declaró al final Canelo Álvarez.

La pelea fue un recital de boxeo agresivo y combativo por parte del nuevo ídolo mexicano, que volvió loco a su gente, en un festival de garra por todo lo alto. Angulo tuvo sus momentos, Canelo no le hizo ascos a fajarse con él, y así se vivieron los momentos más apasionantes de la batalla entre mexicanos. Hasta que llegó Weeks y se cargó casi tres asaltos en los que hubieran seguido saltando chispas. En cualquier caso, Canelo es mucho Canelo y aunque no esté al nivel de Mayweather pocos se le pueden comparar en cuanto a efecto mediático y lo que es más importante, es un aspirante a fuera de serie del mundo del boxeo. Que pase el siguiente.