Daniel Pi
@BastionBoxeo

Las previsiones eran muy negativas para el británico Rocky Fielding (27-2, 15 KO), siendo mayoritaria la opinión de que no terminaría en pie la pugna, pero estas desfavorables perspectivas se vieron incluso sobrepasadas la pasada madrugada en el Madison Square Garden de Nueva York (Estados Unidos). Y es que Saúl “Canelo” Álvarez (51-1-2, 35 KO) lo derribó una vez en el primer y en el segundo round y cerró el total aplastamiento de su poco brillante oponente tirándolo dos veces más en el tercer asalto.

No se puede pasar por alto que, como les sucedió a Gennady Golovkin y a Erislandy Lara ante el mexicano, el equipo de Fielding protestó por el vendaje que se le estaba realizando a Canelo, considerándolo antirreglamentario, pero la Comisión Atlética del Estado de Nueva York, tras mandar volver a realizarlo, terminó por aprobar un vendaje que igualmente motivó protestas, esta segunda vez denegadas.

Pese a esta nota más que contribuye a que la polémica siempre envuelva los duelos del mexicano, Álvarez mostró sobre el ring un físico enormemente fuerte, pareciendo que la transición desde el peso medio en el que combatió hace tres meses ante “GGG” se había realizado de una forma sorprendentemente eficaz. Así, con una fortaleza que superaba a la de su espigado rival, Canelo avanzó firme sobre Fielding lanzándole ganchos zurdos al torso, región a la que destinó la mayoría de sus golpes, llegando, cuando todavía le restaba un minuto al primer asalto, con un hook zurdo al hígado que obligó al afectado púgil a poner la rodilla en la lona.

Álvarez buscó la detención en la reanudación, pero no la alcanzó, como tampoco la obtuvo cuando en el segundo asalto pasó por encima de los golpes disuasorios de su contrincante e insistió con los puños al cuerpo. Lo que sí obtuvo fue otro knockdown, ya que, después de un intento de respuesta con curvos enlazados de Fielding (que intentó salir de las cuerdas a las que era llevado), otro hook de izquierda abajo lo volvió a arrojar al tapiz.

Finalmente, aunque dio muestras de valentía contestando en intercambios, en el tercer episodio Fielding fue golpeado por hooks al torso hasta que sufrió primero su tercera caída, con un curvo diestro al rostro, y después padeció su cuarto knockdown con otro gancho al hígado, que motivó la detención por parte del árbitro.

Sin duda, ni Canelo es ahora campeón mundial del peso supermedio ni ha logrado con una victoria sobre Fielding una gesta colosal, como se pretende hacer ver, pero quienes le respaldan encontrarán nuevos motivos para alabarlo y el aparato de propaganda de su promotora tiene un nuevo “hito” que utilizar para explotar, si cabe aún más, la figura más rentable del boxeo profesional actual. De hecho, De la Hoya afirmó tras el combate que quizás hará que Canelo combata en el Estadio Azteca de Ciudad de México, donde cabrían más de 90.000 personas.

Que tendrá recintos llenos está muy claro, pero lo que no se sabe es si se enfrentará a adversarios que realmente le supongan un riesgo. En la entrevista posterior al combate, el mexicano no citó nombres y simplemente indicó que quiere enfrentarse a los mejores, sin especificar si será en el peso medio, en el supermedio o a caballo entre dos categorías, como en otro tiempo hizo. Lo que sí se sabe seguro es que el 4 de mayo peleará en el T-Mobile de Las Vegas ante un oponente por anunciar, que desde Golden Boy Promotions han asegurado ahora que no será ni Golovkin ni Jacobs.