Emilio Marquiegui
El mexicano Saúl «Canelo» Álvarez se proclamó anoche campeón mundial WBC del peso medio al derrotar por puntos en decisión unánime de los jueces al puertorriqueño Miguel Cotto, en combate celebrado en Las Vegas (21/11). Encima del ring se vieron a dos estrellas del boxeo que en todo momento nos mostraron su calidad, principalmente en el aspecto defensivo, con esquivas y movimientos de cintura magníficos por parte de Canelo, y las siempre admirables acciones y combinaciones de Cotto. El boxeo de Cotto fue como siempre exquisito, aunque le faltó ambición desde el primer momento. Fue un buen combate, pero la pelea careció de más acción determinante, de dramatismo, y por ello no entrará a disputar el honor de ser combate del año.
Si hablábamos en la previa de que Canelo podría en algún momento encontrar algún achaque en el veterano Cotto, nos referíamos al aspecto físico, pero en ningún caso salió a relucir, Cotto encajó siempre perfectamente los golpes claros y aguantó fuerte hasta el final. Donde se notó la edad fue en la ilusión, Canelo siempre llevó la iniciativa y buscó algo más a Cotto, mientras que el puertorriqueño, siempre impecable en sus acciones, se iba conformando con el paso de los asaltos. En nuestra opinión, pelea igualada, pero que ha de decantarse por la mayor agresividad y acciones ofensivas de Canelo. Hubo mucho respeto, y empleando un símil futbolístico, Cotto salió a empatar y Canelo a ganar por la mínima, esa fue la diferencia. Fueron asaltos igualados difíciles de valorar, pero es complicado encontrar un round absolutamente favorable a alguno de los dos, exceptuando el octavo de Canelo. Los jueces dieron el triunfo a Canelo con exageradas puntuaciones de 119-109, 118-110, 117-111. Para nosotros, triunfo de Canelo pero con menor diferencia.
Canelo aceptó al final del combate enfrentarse a Gennady Golovkin en cualquier momento, incluso dijo que en ese mismo instante aceptaba seguir con los guantes puestos, esperando al kazajo.