Darío Pérez
@Ringsider2020

El Hard Rock Miami Stadium, con una presencia de público notable, albergó la velada de Matchroom Boxing con Saúl Álvarez como protagonista. Canelo se medía al turco Avni Yildirim para mantener sus títulos mundiales WBA y WBC del peso supermedio.

Álvarez (55-1-2, 37 KO) y Yildirim (21-3, 12 KO) fueron los protagonistas del combate principal de la gala, dilatado de manera interminable con los vídeos promocionales y demás parafernalia previa, excesiva a todas luces. La puesta en escena de Canelo fue muy buena, golpeando a las zonas blandas del aspirante, en un primer asalto de ritmo constante, algo que se aceleró en el segundo, con Canelo más ofensivo frente a un agarrotado otomano. Yildirim cayó en el tercer round tras una combinación del de Jalisco, y se quiso batir en la corta distancia mostrado arrojo y, en gran medida, temeridad. El turco no salió al cuarto asalto, decretándose el final de la pelea en favor de un Canelo que, sin castigo, anunció en voz de Eddie Hearn su futura pelea frente a Billy Joe Saunders para el 8 de mayo.

Un combate muy sencillo para Canelo, que no tuvo ni ligera oposición de un decepcionante Yildirim. Canelo justificó este combate porque para unificar los cuatro cinturones necesitaba defender el del WBC ante el turco.

En el combate coestelar, el boricua McWilliams Arroyo (21-4, 16 KO) pudo pelear finalmente, tras la lesión del campeón Julio César Martínez, contra Abraham Rodríguez (27-3, 13 KO). Arroyo fue muy superior desde el inicio ante un rival que, con el mero hecho de estar sobre el ring al viajar de México a Miami 24 horas antes del combate, fue todo un héroe de este deporte, demostrando que los púgiles están hechos de un material especial. El aspirante mundial le castigó con dureza al valentísimo Rodríguez en todo momento, hasta que, al alimón, el árbitro y la esquina decretaron el fin de las acciones parando el combate por inferioridad manifiesta.

En los pesos pesados, Zhilei Zhang (22-0-1, 17 KO) y Jerry Forrest (26-4-1, 20 KO) buscaban seguir en las grandes peleas de la división, y Zhang empezó a ganar el pleito en los últimos momentos del primer asalto, cuando derribó a Forrest con una mano descendente, sin apenas recorrido pero de gran velocidad y precisión. Volvió a caer el norteamericano en el segundo round de manera aparatosa, y una vez más en el tercero, mostrando la diferencia entre ambos púgiles. El chino, medallista olímpico y mundial, fue bajando las revoluciones de su motor cercano a los cuarenta años, abusando de agarres a un Forrest que veía en el llegar al décimo y último asalto su particular honra. Un cabezazo en los minutos finales añadió dramatismo a la contienda que, además, se terminó igualando por la falta de gasolina en el depósito de Zhilei Zhang y un punto quitado por el árbitro. Forrest estuvo a punto de derribar al desfondado oriental. 95-93 para Forrest, y doble 93-93 fueron las puntuaciones, en nuestra opinión injustas con Zhang, que hizo una buena primera parte del combate con un triple 10-8 a favor.

El adolescente supermedio Diego Pacheco (10-0, 8 KO) venció a Rodolfo Gómez (14-4-1, 10 KO). Fue un combate que hizo trabajar a Pacheco, el más difícil de su carrera hasta entonces y del que más aprendizaje obtendrá. Gómez, duro y peleón, le llevó a la distancia, con unas puntuaciones de triple 79-73.

En los combates previos, el peso superpluma Marc Castro (2-0, 2 KO) apabulló a John Moraga (1-3, 1 KO), al que tiró tres veces en los dos primeros asaltos antes de que el árbitro parase la pelea, y Alexis Espino (7-0, 5 KO) ganó por KO Técnico dentro del supermedio a Ashton Sykes (5-4, 1 KO) en el quinto round de los seis pactados.