Parafraseando a Ernest Hemingway, Norfolk era una fiesta. Todo estaba preparado para que Keyshawn Davis (13-0, 9 KO) se exhibiese ante un rival contrastado, y se confirmase como una de las grandes atracciones del boxeo en Estados Unidos. Sin embargo, Davis perdió el título mundial WBO del peso ligero sin subir al ring, tras su paso por la báscula.

El local dio un peso de 63,200 kg, ¡casi dos kilos por encima del límite de la categoría! Su rival, Edwin De Los Santos (16-2, 14 KO), marcó 61,100 kg, para cumplir sin problemas. Davis, visiblemente despreocupado, admitió que no intentaría bajar el exceso de peso en el tiempo reglamentario de una hora, lo que le costó automáticamente el título.

Y finalmente, la pelea por el título mundial ha sido cancelada. Keyshawn Davis iba a hacer la primera defensa de su título que consiguió ante Denys Berinchyk noqueándole en el cuarto asalto el 14 de febrero.

«He estado dando este peso durante más de cuatro años, pero lo he pasado. Lo intenté anoche, me levanté temprano, pero mi cuerpo ya no da para los 61,200 kg», declaró Davis tras el pesaje, dejando claro que planea subir al peso superligero tras este fiasco.

El equipo de De Los Santos, liderado por su mánager Sampson Lewkowicz mostró su indignación ante lo que calificaron como una falta de profesionalidad. Inicialmente, se negoció para salvar la pelea, con un acuerdo que incluía un límite de rehidratación de 67,800 kg para Davis  y una compensación económica de seis cifras sacada de la bolsa del ya excampeón. Sampson Lewkowicz y el entrenador Humberto “Chelo” Betancourt se han negado a pelear por la seguridad de su púgil. Creen que Davis sabía que no iba a dar el peso y que había entrenado a conciencia para pelear en una categoría superior.

De Los Santos no se irá con las manos vacías: Top Rank confirmó que el dominicano recibirá su bolsa íntegra, que supera los 350.000 €.

Lewkowicz no quiso arriesgar la salud de su púgil y recordó lo que ocurrió con Ryan García y Devin Haney. «Espero que la gente se dé cuenta del error que cometió Haney contra García y que vean las consecuencias. El dinero no me compra a mí ni a la salud de mis peleadores».

Keyshawn Davis ya solo piensa en su nueva categoría del peso superligero. La WBO ha confirmado que el título ligero está vacante. Según varias fuentes, es probable que se ordene una pelea por el cinturón entre los aspirantes mejor clasificados, con Sam Noakes y Abdullah Mason, quien de hecho, ha sido elevado al combate principal de la velada contra Jeremia Nakathila.

El promotor del evento, Bob Arum, no ocultó su frustración. «Puedes ver cuando un boxeador intenta hacer el peso y no puede, está deshidratado, agotado. Ese no fue el caso con Keyshawn. Simplemente no lo intentó de verdad. No entiendo qué pasó. Es una vergüenza. Keyshawn es un talento generacional, pero esto es inaceptable».