Daniel Pi
@Bastionboxeo

El positivo en test antidopaje de Wawrzyk ha supuesto un cambio de rival beneficioso para los aficionados, puesto que Deontay Wilder (37-0, 36KO), campeón mundial WBC del peso pesado, terminará viéndose las caras este sábado, en el Legacy Arena de Birgmingham, Estados Unidos, con un aspirante mucho más difícil, el imbatido Gerald Washington (18-0-1, 12 KO).

La principal duda en torno al duelo reside en cuál será el estado de Wilder tras sufrir dos operaciones en su brazo derecho, pero el monarca ha descartado que esto le pueda condicionar: «Si tuviese dudas por las lesiones, entonces no estaría aquí […] Todos sabemos que cuando entro en un ring, no importa que problema tenga, voy a trabajar», afirmó.

En cualquier caso, esto no es lo único que resulta preocupante para su equipo, dado que el físico de Washington es un factor a tener muy en cuenta. «El Gallo Negro» mide 1,98 m con 2,08 m de alcance por el 2,01 m y 2,11 m de Wilder, pesando de media en sus últimos combates siete kilogramos más que el monarca. Además, posee una movilidad muy superior a la que sus medidas podrían sugerir, contando con una pegada potente aunque no demoledora.

Por todo ello, Washington, que no fue alcanzado por sorpresa por la oferta mundialista, señaló en la conferencia de prensa: «Estoy contento de haberme mantenido en el gimnasio y preparado. Esto es boxeo y las oportunidades pueden surgir. Sé como usar mi tamaño. Soy más atlético que todos los boxeadores con los que él ha estado en un ring. Soy grande y fuerte y tengo pegada. Va a ser una buena pelea».

No obstante, no sólo las virtudes caracterizan a Washington, que en su duelo más importante, ante Amir Mansour, sufrió un enorme bajón de rendimiento en la segunda mitad. Por otro lado, tiende a llevar la barbilla demasiado alta y los hombros muy bajos en una guardia bastante abierta, recibiendo por ello en cada pelea claros puños, algo nefasto en el peso máximo y ante un noqueador.

Es por estas y por otras limitaciones mostradas por el retador que Wilder es considerado claro favorito para imponerse en esta exigente pelea de recuperación, aunque tendrá que apoyarse con firmeza en su jab para no dejar que Washington pueda usar su peligroso directo corto ni sus curvos de derecha. Sea como sea, Wilder tiene claro que desea ofrecer un gran combate de retorno: «Es un placer volver a casa. Estoy feliz de estar de vuelta en el deporte que me encanta. Estoy listo para ofrecer un espectáculo».

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