Daniel Pi
@BastionBoxeo

Tras el arrollador triunfo de Chris Eubank Jr. sobre Avni Yildirim la pasada semana, ahora es el turno de intentar abrirse paso hacia las semifinales del torneo World Boxing Super Series del campeón mundial WBA del peso supermedio George Groves (26-3, 19 KO), que si vence su duelo de este sábado en el Wembley Arena de Londres (Reino Unido) ante Jaime Cox (24-0, 13 KO) disputará en los primeros meses del próximo año su combate más importante en suelo británico desde mayo del 2014, cuando tuvo lugar su segunda pelea ante Carl Froch.

Sin duda, puede resultar difícil abstraerse de un enorme combate que tiene tan sumamente cerca, pero parece una pésima muestra de actitud que Groves dedique ya buena parte de sus pensamientos a su combate ante Eubank, como por ejemplo en lo concerniente a en qué estadio de fútbol se medirán, hablándose por ahora de Stamford Bridge, Craven Cottage y de varios otros campos menores.

De todos modos, no sólo Groves pasa por alto a Cox, sino que los aficionados y la prensa británica favorecen este clima, puesto que no se le dan a penas posibilidades de éxito al retador. Esto es así principalmente porque, a pesar de que debutó como profesional dieciséis meses antes que Groves, Cox no se ha medido ni a un sólo top 15 mundial. De hecho ni siquiera se ha enfrentado a un boxeador de la cumbre británica, habiendo visto lastrado su avance por cuestionables actuaciones y problemas extradeportivos, especialmente una estancia en prisión.
Así, siendo quizás la victoria más destacable de Cox la obtenida por decisión técnica ante Lewis Taylor, resulta muy claro que la experiencia de calidad de “Saint George” es totalmente superior, con cruces ante púgiles como James DeGale, Badou Jack, Martin Murray, el arriba citado Froch o el durísimo Fedor Chudinov, al que en su última pelea batió en seis asaltos para poner de manifiesto que con el entrenador Shane McGuigan ha alcanzado el que podría ser el punto culminante en su boxeo.

Por otro lado, Cox nunca ha podido resolver evidentes problemas tácticos, que han embarrado y han dejado sin dominador varios de sus encuentros, ni una muy mala gestión de la distancia, aspecto que ha motivado, entre otras cosas, que se produjesen en sus combates muchos choques de cabezas y cortes. Es por esto que, a pesar de su condición de invicto, si no cuenta ni con el suficiente bagaje o la necesaria técnica, con la ventaja física o en pegada, ni tan siquiera con una superior moral, Cox esta en una mala posición respecto a Groves a pesar de sus deseos de reivindicarse de una vez por todas.

Igualmente, pese a todo ello, Cox es un agresivo zurdo que posee un buen directo de izquierda y un gran croché de derecha y que con sus combinaciones de hooks al torso es capaz de mermar rápidamente a sus oponentes, siendo bastante capaz de manejarse en las marañas de clinches en que convierte sus peleas, por lo que su peligro no es ni mucho menos inexistente si se usa ante él una estrategia poco sólida. En cualquier caso, si Groves utiliza con firmeza y astucia su excelente jab para dejar fuera de distancia a su rival, evita con desplazamientos hacia su izquierda la mano zurda de Cox, impone su mayor alcance con sus hábiles combinaciones de directos y se mantiene atento a las oportunidades para conectar su potentes curvos de derecha, es más que probable que pueda lograr su principal objetivo de cara a esta pugna: hacerse con una victoria contundente que envíe un mensaje de advertencia a un Eubank Jr. que no saca de su mente.

En la ceremonia de pesaje ninguno de los dos combatientes tuvo problemas para dar el límite del peso supermedio (76,2 kg), parando la báscula el campeón Groves en 75,8 kg y el retador Cox en 76,1 kg.

La victoria de Groves se paga a 1,14 € por euro apostado, mientras que la de Burns a 5,50 €. Además hay apuestas para múltiples resultados del combate.
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