Darío Pérez
@Ringsider2020

El madrileño Brian Peláez (10-6, 1 KO) peleó esta noche en Klagenfurt (Austria) ante el británico Dalton Smith (9-0, 7 KO), una de las mejores promesas, casi realidad ya, del boxeo de las islas septentrionales.

Smith comenzó lanzando golpes curvos con enorme velocidad y precisión, alternando con algún ataque abajo para que el español, muy digno, cerrase más la guardia. El de Sánchez Atocha buscaba alguna contra que sorprendiera al de Sheffield, algo difícil ante la enorme calidad del púgil de Matchroom, y presentó ya una hemorragia en el exterior del ojo derecho durante el tercer asalto. El cuarto fue el primero en el que nuestro compatriota pudo llegar con algunos puños interesantes a Smith, con cierta efectividad y nivelando las acciones, una buena línea que continuó en el quinto y sexto round.

El inglés también mostraba, en muchas ocasiones, buenas maneras defensivas, quitándose muchas de las duras manos del español. Las manos de derecha le entraban aún, en el séptimo y octavo episodio, fluidamente al rostro de Peláez, a pesar de su valentísimo comportamiento no exento de buen boxeo, y solo el buen hacer de su esquina evitó que se plantease la finalización del pleito. Smith, haciendo honor a su apellido, fue un martillo pilón y demostró que tiene ya el nivel para pensar en cotas mayores, aunque el madrileño le hizo trabajar con un pugilismo no exento de peligro, mostrando que su récord no refleja su buen nivel.

Y su recompensa fue llegar a la distancia, algo que solo había logrado un oponente hasta la fecha, contra un Dalton Smith que probablemente será una estrella, al menos a nivel europeo, de aquí a quince o veinte meses. Irreprochable comportamiento de Peláez, que cayó en las cartulinas por 99-91 en opinión de los tres jueces.

En la pelea de fondo de la gala, el peso pesado croata Filip Hrgovic (13-0, 11 KO) se midió al montenegrino Marko Radonjic (22-1, 22 KO). Tras un primer asalto más bien tranquilo, en el segundo se pusieron de manifiesto las diferencias de nivel, y de oposición previa en unos rivales de categoría bien diferente, entre ambos balcánicos. Cuatro veces, nada menos, cayó Radonjic, que se desmadejaba con cada mano de Hrgovic, más pareciendo Neymar con un defensa cerca o un adolescente volviendo de una fiesta plena de excesos que un púgil serio.

Nuevamente en el tercer round de los diez previstos Hrgovic derribó al hombre que tenía enfrente, más centrado en mostrar poses desafiantes que en boxear; de eso, poquito. Y así, decidió no salir al cuarto capítulo, decretando el tercer hombre el final de las acciones, con un, cuanto menos, curioso comportamiento del previamente invicto Radonjic.

Además, el británico John Ryder (30-5, 17 KO) venció antes del límite al eslovaco Jozef Jurko (8-3, 6 KO) en una pelea con bastante diferencia de nivel, que servirá como preparación a Ryder para futuros compromisos importantes en el peso semipesado. Por último, Abass Baraou (10-1, 7 KO) acabó en pocos minutos con un flojo Jay Spencer (11-3, 7 KO).