Daniel Pi
@BastionBoxeo

Era un riesgo muy elevado optar por descender de división tras una década asentando en una misma categoría y estando cerca del retiro, pero el movimiento de Juergen Braehmer (49-3, 35 KO) (en la foto a la izquierda) fue recompensado con el éxito, ya que no sólo venció al imbatido estadounidense Rob Brant (22-1, 15 KO) para acceder a la semifinal de las World Boxing Super Series en su modalidad del peso supermedio sino que lo hizo con una actuación excelente, de las mejores que ha realizado durante muchos años. Por ello, la victoria unánime del excampeón del peso semipesado llegó con amplias cartulinas de 119-109, 118-110 y 116-112, de las cuales las dos primeras son las más acordes a lo sucedido.

Ni la edad ni la posibilidad de una severa deshidratación afectaron al alemán que, calurosamente arropado por su público en el Sport und Kongresshalle de Schwerin (Alemania), no dio margen para la victoria a su oponente. Y es que el zurdo Braehmer usó su directo de izquierda con una efectividad sensacional tanto aislado como en uno-dos, alcanzando con enorme claridad y notable contundencia al estadounidense. Además, su jab fue muy tenso y eficaz al igual que potentes sus contragolpes con curvos cuando Brant intentaba pasar al ataque, logrando con su precisión y sus grandes reflejos neutralizarlo.

Quizás el elemento que más sobresalió fue la gran velocidad tanto de manos como de piernas con la que Braehmer contaba, contrastando con la pérdida de rapidez de un Brant al que no sentó nada bien el ascenso de categoría desde el peso medio. Esto se materializó en que el visitante no podía acortar los espacios más allá de la distancia media durante la mayoría del tiempo, pudiendo usar Braehmer su agilidad para mantenerse alejado y listo para usar su zurdazo desde la larga y no correr el riesgo de entrar en intercambios en corta que en nada podían beneficiarle. Y no sólo eso, puesto que la velocidad y el acierto en las acciones del local no se pusieron de manifiesto únicamente en el ámbito ofensivo, sino que también en aspectos defensivos su boxeo fue realmente sólido, dejando sin efecto el jab de Brant, eludiendo la casi totalidad de sus derechas rectas e incluso pudiendo permitirse el lujo de realizar esquivas encadenadas portando las manos bajas.

Al inicio la acometividad de Brant pudo augurar cierto peligro, pero rápidamente fue controlado por su veterano contrincante que, a pesar de tener que acarrear con una incomoda hemorragia nasal desde el quinto round causada por un gancho diestro del estadounidense y tener que encajar alguna mano de poder aislada, nunca vio seriamente amenazado su firme dominio e incluso durante la segunda mitad desequilibró repetidas veces a su rival con su fortísimo y largo uno-dos, combinación clave para su triunfo final.

Tras este convincente éxito, Braehmer está emplazado a un enfrentamiento a inicios de 2018 contra el británico Callum Smith, esperando para el ganador la final de las World Boxing Super Series ante el vencedor del choque entre Groves y Eubank Jr. Puede que cuando se inauguró el torneo Smith fuese uno de los grandes favoritos y un posible duelo ante el veterano Braehmer fuese visto por muchos como un sencillísimo trámite. Pero quizás tras esta gran actuación del alemán, combinada con las puntuales dificultades padecidas por el británico en su choque ante Skoglund, estas previsiones se modifiquen en parte, no debiéndose considerar tan improbable la derrota del imbatido “Mundo”, aun teniendo en cuenta su amplia condición de favorito, ni seguir infravalorando tanto a un Braehmer que, a pesar de su etiqueta de sobreprotegido y de cómo se ha desarrollado en gran parte su carrera, es un boxeador de grandes cualidades.