Julio González
Fotos gentileza de Luis Alonso Juárez

Nada más pelear por el título mundial decide continuar su carrera sin dejar tiempo para pensar en la derrota sufrida. Casi un mes y medio después realiza una siguiente defensa del título europeo. La defensa es muy importante, porque el rival era el santanderino “Uco” Lastra, excampeón mundial pluma y el gran rival de Castañón en España. Los dos estaban bien clasificados en las listas mundiales y Lastra buscaba el título continental, mientras que nuestro campeón no podía perder su situación privilegiada. La pelea se escenificó en una abarrotada Plaza de Toros de Santander, con once mil aficionados que llenaron el recinto, dejando en taquilla cerca de cinco millones de pesetas, también récord de recaudación en la plaza santanderina.
El triunfo de Castañón fue justo y merecido (foto abajo) y así se lo demostró la gente despidiéndolo con una gran ovación. Con este triunfo Castañón dejaba bien claro quien era el mejor peso pluma nacional y europeo.

El año 1980 es otro récord en la carrera de Castañon, durante ese año defendió el título en seis ocasiones. En marzo derrota en León a Emilio Barcala, en abril en Santander a Modesto Gómez, volviendo a llenar la plaza de Toros santanderina. La octava defensa es contra el italiano Salvatore Melluzzo, un púgil marrullero que fue descalificado en el noveno, y en junio también en León derrota al francés Laurent Grimbert, que dura seis asaltos. Esta defensa no fue una pelea dura para nuestro campeón, que venció con comodidad al campeón francés, que bastante hizo con aguantar las acometidas de nuestro campeón. Pero debemos destacar que la pelea se celebró en el Palacio de los Deportes de León ante 4.000 aficionados, que nada más salir el francés al ring, montaron una bronca fenomenal cuando sonaba el himno galo, el escándalo fue mayúsculo. Los aficionados asociaron al boxeador con los incidentes que sus paisanos habían protagonizado en la frontera contra camiones españoles.
Después el turco Ethen Oezakalin aguantó solo ocho asaltos en el Palacio de los Deportes de Barcelona, terminando el año de forma magnifica con la sexta defensa contra “Uco” Lastra que volvía a probar la dureza de pegada de nuestro campeón. Cuatro asaltos duró el santanderino antes de perder por K.O. después de la pelea Lastra estaba abatido y anunciaba su retirada.

El 29 de noviembre de 1980, después de la pelea contra Lastra, decide anunciar que abandona el título europeo. Le cuesta mucho dar el peso, pero a pesar de esto acepta disputar el título mundial de los pesos plumas al mexicano “Sal” Sánchez, uno de los mejores boxeadores de todos los pesos en ese momento. La pelea se celebró el 22 de marzo de 1981 y Castañón tuvo dos rivales, el mexicano y el peso, el sacrificio de Roberto para entrar en el límite de la categoría fue heroico y luego le pasaría factura.
El maestro Fernando Vadillo, contaba en una de sus crónicas que fue testigo de cómo el doctor Antonio Gil Navarro, delegado de la Federación Española, que había reconocido a Castañón, le aconsejó que no subiera al ring, debido a su estado. Pero Castañón se negaría y no renunció a pelear.
El combate se hizo esperar, casi no se celebra, pues Castañón estuvo a punto de dejar el boxeo desanimado al no poder disputar la pelea mundialista. A pesar de figurar como número uno del Consejo Mundial, no se llegaba a un acuerdo para poder disputar la pelea. El fallecido presidente de la Española Roberto Duque fue quien convenció a Castañón para que continuase, prometiéndole la pelea por el mundial, no pudiendo cumplir su promesa al fallecer antes de que tal evento se produjese. Pero las gestiones ante el Consejo Mundial, en la Convención que se celebró y en la que el español salió como aspirante oficial, siendo el promotor italiano Sabbatini en unión del norteamericano Don Giorgino quien ofreció al español la cantidad de 25.000 dólares por enfrentarse al mexicano con la pelea en juego.
A los representantes del español, el entrenador y mánager Manolo Pombo y Herrero no les parecía suficiente y reclamaron 40.000 dólares lo que al final serian 35.000 y los derechos de Televisión en caso de ser retransmitido el combate a España. Pero como es sabido la política de TVE era contraria al boxeo.

El combate se celebró en Caesar Palace de Las Vegas, y levantó una gran expectación, pues el campeón se encontraba imbatido y Castañón solo había perdido un combate en su anterior pelea contra Danny “Coloradito” López, en disputa del mundial. Desde el primer asalto se vio la diferencia entre el púgil americano y el español, que desde el principio impuso su condición de campeón y colocó los mejores golpes que fueron haciendo mella en la resistencia del español. El leonés que se dio cuenta de la superioridad del mexicano, que desde el segundo asalto intentó terminar el combate antes del límite dedicándose a buscar el golpe definitivo que no llegaba. El séptimo asalto fue sin duda el mejor del español, que intentó nivelar la pelea, pero, aunque se lo apuntó, el asalto fue muy justo. El round fatídico fue el décimo donde el leonés ya no podía aguantar más su esfuerzo. Se empezaba a notar el sacrificio que Roberto hizo para dar el peso y la presión y fortaleza del mexicano en los golpes fueron minando la resistencia del español, que al llegar al décimo presentaba un corte en la nariz por la que sangraba abundantemente y el ojo derecho presentaba una inflamación considerable. El español cayó a la lona y de forma increíble se levantó, atacó al mexicano, que no entendía la resistencia heroica del español, pero continuando con su trabajo de demolición el mexicano. Hasta que el árbitro americano Joe Swessesel, se interpuso entre los dos púgiles y le dijo a Castañón “Ya es suficiente”, mandando a Roberto a su rincón y levantando la mano del mexicano Salvador Sánchez. En silla de ring, esa noche había grandes personajes del boxeo, Dong King, Larry Holmes y otros ases del cuadrilátero, también el presidente del Consejo Mundial señor José Sulaiman.

Esta representaba la segunda oportunidad perdida de coronarse campeón mundial. Pero la carrera de Roberto no terminaría con el mundial, prácticamente tres meses después reapareció en León, derrotando a García del Moral por puntos y a finales de año disputa el título europeo del peso superpluma, su nuevo peso a partir de ahora, y se enfrenta al zamorano Carlos Hernández. La pelea termina en combate nulo, Hernández junto con Castañón eran en esa época los dos mejores campeones europeos existentes. Y las carreras de los dos boxeadores deberían de encontrarse. Castañón ya había derrotado a Hernández en enfrentamientos anteriores, por eso esta pelea era importante en su carrera.

Luego vendría la conquista del europeo ante el francés Daniel Londas (foto de abajo), muchos aficionados recordarán la famosa toalla lanzada por un espectador, algo que no le hacia falta a nuestro compatriota porque esa noche fue el campeón de otras muchas noches. Londas seria campeón mundial con el tiempo. Esta victoria representaba el segundo título europeo en su carrera, igualando a Carrasco y Perico Fernández que también habían sido campeones en dos pesos diferentes.

Luego defendió el título en dos ocasiones, la primera contra el gallego Carlos Miguel Rodríguez (en la foto de abajo) y la segunda en la localidad francesa de Aix, derrotando a Michel Siracusa, en cuatro asaltos.

El 21 de septiembre de 1983 se enfrenta al italiano Alfredo Rainiger, fotógrafo de profesión y de ascendencia alemana, en la localidad de Caserta (Italia), en disputa el título continental del peso superpluma. Para Castañón, que había puesto en juego en dieciséis ocasiones el título continental, con quince victorias y un combate nulo, esta pelea representaba la primera derrota en disputa del título europeo. A pesar de ganar los ocho primeros asaltos, a partir del noveno el italiano tomó la iniciativa y se adjudicó el triunfo, con veredicto dividido de los jueces.
Esta derrota en España seguro que no se hubiera producido, el resultado fue muy dudoso, pero de las peleas en Italia ya sabemos de los resultados.

Después de esta pelea anuncia su retirada de los cuadriláteros. Permanece casi un año sin combatir y volvió en abril, conquistado el título nacional superpluma al canario “Sendin” Robayna, al que venció por abandono en nueve asaltos. Pero ese año lo único destacable fue la conquista del título español porque las siguientes peleas representaron dos derrotas significativas, una contra el mexicano Mario “Azabache” Martínez, un púgil en proyección y la otra contra el tunecino Kamel Bou-Ali, en la que el árbitro paró la pelea en el segundo asalto precipitándose…

Y para terminar el año, el 24 de octubre, por fin de nuevo una pelea por el título continental. El campeón inglés Pat Cowdell, que siempre había evitado enfrentase a Castañón en fechas anteriores temiendo una derrota, pero en esta ocasión Castañón estaba al final de su carrera y el inglés terminó ganando por inferioridad en el quinto asalto. De nuevo volvieron los fantasmas del peso, Castañón tuvo que rebajar 300 gramos, antes de dar el peso oficial en esa pelea por el europeo.

De nuevo volvía a anunciar su retirada, pero regresaría y realizaría tres peleas más, con victorias y en febrero de 1987 disputa la ultima pelea como profesional ante el danés Richi Lawal, con el que perdería por puntos. Después definitivamente deja el boxeo profesional.

En la actualidad es empleado del Ayuntamiento de León, en las instalaciones deportivas. Está casado con su novia desde los 20 años Mari Carmen y tiene tres hijos, Roberto, Mari Carmen y Rubén, viviendo feliz en su ciudad natal. No echa de menos su tiempo pasado, “Soy feliz con mi vida actual. Cada edad cada tiempo del hombre tiene su encanto”, declararía en una entrevista.

Como profesional disputó 66 combates, con 58 victorias, 7 derrotas y un combate nulo.