Daniel Pi
@BastionBoxeo

Desde que se pactó la revancha (en la imagen el primer enfrentamiento), el campeón mundial WBC del peso supermedio David Benavídez (20-0, 17 KO) se mostró ansioso por ofrecer una sensacional actuación que borrase las dudas generadas en la primera contienda ante Ronald Gavril (18-3, 14 KO), objetivo que logró a la perfección esta pasada madrugada en el Mandalay Bay Hotel and Casino de Las Vegas (Estados Unidos) al imponerse por amplísima decisión unánime con tarjetas de 119-109 y doble 120-108.

Recordando el buen trabajo que desplegó Gavril en la distancia corta, Benavídez esta vez arrancó centrado en mantener los espacios y explotar su gran envergadura a través de su jab, su directo diestro aislado, su uno-dos y abiertos ganchos zurdos. Con el paso de los minutos “El Bandera Roja” fue desplegando todo su repertorio con mayor soltura, hasta que en el cuarto asalto un uppercut diestro enlazado con un gancho zurdo dejó seriamente tocado y casi lleva a la lona a Gavril, que tuvo que soportar un intenso hostigamiento por parte del monarca antes de reponerse y replicar con su directo diestro.

Aunque Benavídez siguió martilleando con su jab, realizó alguna efectiva esquiva y continuó llegando con numerosos golpes de poder, que ensangrentaron el rostro del castigado retador, Gavril volvió a poner de manifiesto, al igual que en el primer combate entre ambos, su enorme coraje, siguiendo avanzando y atacando con combinaciones de ganchos al torso y de directos a la cabeza.

De todas maneras, “The Thrill” no consiguió acortar la desventaja en las cartulinas. Además, en el octavo asalto pareció estar cerca de ver colmada su resistencia por los durísimos uppercuts, crochés y hooks al hígado lanzados por Benavídez, puños que volvió a padecer, junto a temibles directos, en el noveno episodio. Pese a ello, nada sirvió para detener a Gavril, que hacía todo lo que estaba en su mano no sólo para resistir, sino para realizar ofensivas en la medida que sus energías se lo permitían. En cualquier caso, la contundencia y la precisión estaban del lado del monarca, que alcanzado el undécimo asalto había conectado más de 200 golpes a la cabeza por sólo una treintena de puños de su adversario en esa misma región, datos que ilustran el esfuerzo que tuvo que realizar Gavril para resistir y que evidencian lo meritorio que resultó que cerrase el combate atacando insistentemente e impactando varias derechas.

Tanto para el equipo de Benavídez como para muchos de sus seguidores y detractores era necesario, antes de que pudiese dar un paso adelante en su trayectoria, que sellase la competencia ante Gavril, cosa que logró en esta primera defensa que, por la solidez mostrada, sin duda impulsará y consolidará el reinado del joven púgil. Dado que el WBC señaló que no aclararía la situación de defensas obligatorias de esta división hasta que terminase el torneo World Boxing Super Series, por el momento Benavídez se podrá centrar en realizar una defensa voluntaria poco después del inicio de la segunda mitad del año, para la cual, mirando al ranking, podría recurrir a púgiles con prestigio ante los que mejorar su valoración, boxeadores cuyo riesgo no compensa su beneficio o sencillas peleas ante clasificados muy por debajo del nivel de la cumbre.