Daniel Pi
@BastionBoxeo

A pesar de mostrar un coraje desmedido tanto durante el combate como en el momento de la detención, ya que incluso protestó al árbitro a pesar de tener el ojo izquierdo en un estado horrible, el sueco Anthony Yigit (21-1-1, 7 KO) no pudo frenar al bombardero ruso-bielorruso Ivan Baranchyk (19-0, 12 KO), que a base de incontenible fuerza bruta logró la victoria por KO Técnico en el séptimo asalto, la corona mundial IBF del peso superligero vacante y el pase a semifinales de las World Boxing Super Series.

Tal y como sugirieron sus declaraciones, Yigit salió al ring con un plan de batalla extremadamente arriesgado, tratando de tomar la iniciativa y de imponer de forma frecuente su directo de izquierda, aunque ello le supuso situarse al alcance de los demoledores puños de Baranchyk, que anotó brutales uppercuts al torso y crochés y ganchos al rostro. En la esquina de Yigit estaba como entrenador principal el canario Carlos Formento.

Con su destreza, Yigit eludía golpes y anotaba buenos hooks de mano adelantada sucedidos por giros, pero en el segundo asalto la potencia de su rival se materializó de nuevo en formidables uppercuts, crochés y directos, que esta vez estremecieron algo al sueco, le cortaron en el párpado izquierdo y le inflamaron el pómulo de ese mismo lado de la cara.

De todos modos, con increíble valentía, Yigit siguió avanzando usando su izquierda recta e incluso anotando curvos en corta, acompañando estas acciones de buenas transiciones a posición defensiva. Pero aunque el excampeón de Europa estuviese muy por encima en velocidad y destreza, en cuanto a contundencia de golpeo estaba infinitamente por debajo de Baranchyk, que además lanzaba cada puño cargando todo su peso y con intención de quebrar o noquear, de modo que en el sexto asalto el ojo izquierdo de Yigit estaba tremendamente inflamado, haciendo ya varios minutos que no podía sostener la iniciativa y que se veía obligado a caminar el ring.

Finalmente, con las primeras muestras de claro desgaste acechando a Yigit en el sexto asalto, en el séptimo su ojo presentaba un estado atroz, completamente cerrado, que hacía necesaria una detención que no se produjo hasta el descanso anterior al octavo episodio.

Mientras Baranchyk espera al ganador del Josh Taylor vs. Ryan Martin de la próxima semana, lo que queda claro es que “The Beast” ha surgido con otro arrollador triunfo como una figura con enorme potencial promocional, ya que cualquier televisión estadounidense querría emitir los brutales duelos de un boxeador con una de las pegadas más temibles de todos los pesos, ni remotamente representada por su 63% de triunfos antes del límite.