Anoche en Falkensee (Alemania), vivimos una emocionante pelea con el título mundial IBF superwélter en juego, cinturón que se asignaba tras mucho tiempo en el limbo por la inactividad del campeón Jermell Charlo.

Se disputaba el duelo en casa de Jack Culcay (33-5, 14 KO), veteranísimo púgil que estaba ante su última oportunidad de ser campeón mundial, dado el aluvión de estrellas que han subido desde el peso wélter. Sin embargo, el germano ha sido batido por Bakhram Murtazaliev (22-0, 16 KO) en el undécimo asalto cuando tenía su sueño casi en la yema de los dedos.

Culcay iba previsiblemente arriba en las cartulinas, ya que había sacado más trabajo durante la pelea, una contienda mucho más animada de lo esperado. Murtazaliev sí tenía mucho peligro cuando conectaba, pero lo hacía esporádicamente; incluso pareció dañado en algunas ocasiones, quizá notando la inactividad. Pero otro factor entró en juego, la edad de Culcay que hizo que se desplomase a nivel físico desde el inicio del undécimo round, cuando parecía que el cetro mundial se quedaba en Alemania. El coaspirante ruso se aprovechó de ello y, con una larga combinación, derribaba al local cuando quedaba medio minuto escaso para el final del penúltimo asalto. El árbitro tuvo que parar las acciones al levantarse en mal estado Culcay, con lo que Murtazaliev se convierte en nuevo campeón del mundo.