El promotor estadounidense Bob Arum aprovechó la victoria de su púgil Vasyl Lomachenko sobre Guillermo Rigondeaux para criticar una vez más al cubano. «No conectó ningún golpe. ¿Dónde se rompió la mano», dijo Arum, poniendo en duda la lesión en un nudillo en la mano izquierda por la que Rigondeaux abandonó al finalizar el sexto asalto.