Daniel Pi
@BastionBoxeo

Desde que firmó un acuerdo con ESPN, que le reportó ingentes ganancias económicas y le permite organizar muchísimos eventos (más aún después de extender la alianza a ESPN+), el promotor Bob Arum, dirigente de Top Rank, está en una carrera por firmar con cuantos más boxeadores destacados mejor. Por ello, empujado por su característica ambición, se lanzó a por dos presas tan cotizadas como el campeón mundial IBF del peso semipesado Artur Beterbiev (en la foto) y el jovencísimo monarca WBC del peso supermedio David Benavídez.

No obstante, esta aproximación no se hizo de una forma racional y lícita, sino que a ambos boxeadores trató de añadirlos a su escuadra llegando a acuerdos directos con los púgiles a pesar de que estos tenían contratos vigentes con sus compañías, a las que sólo notificaba posteriormente para forzarlas a aceptar. Pues bien, esta maniobra tan cuestionable se ha traducido en estos dos casos en un completo fracaso, con Beterbiev y Benavídez permaneciendo en sus escuadras actuales según han estipulado los juzgados en los últimos días.

Respecto a Beterbiev, después de un año de batalla legal, con el ruso tratando de romper su acuerdo con el promotor canadiense Yvon Michel y llegando a pelear en un cartel organizado por Arum, un juez desestimó las pretensiones del púgil, asegurando que no se había producido ninguna ruptura de los términos del contrato firmado con la promotora GYM y que por lo tanto el campeón IBF todavía debe cumplir su contrato con esta compañía hasta 2021.

Por lo que se refiere a Benavídez, Arum llevó a la mesa de negociaciones al púgil de 21 años a través de su mánager y le dio 212.000 euros por adelantado tras firmar con él un contrato, contactando posteriormente con el promotor del estadounidense, Sampson Lewkowicz, e informándole de que su boxeador había llegado a un nuevo acuerdo. Lógicamente, Lewkowicz, al que Top Rank le ofreció copromocionar al titular WBC, recurrió a los tribunales y estos rápidamente negaron la validez del nuevo contrato, confirmando que Benavídez debía permanecer en Sampson Boxing hasta 2021, teniendo que devolver el boxeador los 212.000 euros.

Así, en una misma semana, dos de los intentos más osados de Arum se han traducido en un completo fracaso, aunque, como siempre, el taimado promotor ha salido indemne, puesto que Yvon Michel culpa de sus problemas al propio Artur Beterbiev y Sampson Lewkowicz ha retirado su demanda contra el director de Top Rank (al que ha disculpado) para centrarse en el mánager de Benavídez. En cuanto a los boxeadores, con una tensa relación con sus promotores, ambos están emplazados ahora a defensas obligatorias, teniendo que medirse Beterbiev a Callum Johnson y Benavídez a Anthony Dirrell. Mientras, Bob Arum planea nuevas aproximaciones a otros objetivos.