Ruiz-Joshua

Gustavo Vidal
@Riego357

De pequeño le motejaban de “gordito”, era objeto de burlas en el colegio y los chulitos del barrio le vacilaban a escape libre. Pero aprendió a boxear… y se acabaron las tonterías.

Y es que del maldito bullying, acoso escolar, sin duda, podría hablarnos, y mucho, Andy Ruíz, el “gordito” que el pasado uno de junio derrotó al inflado (en varios sentidos) Anthony Joshua.

Sin embargo, la sorpresa protagonizada por Andy Ruiz no es la única ni, esperemos, será la última. Desde largo tiempo, el noble arte se ha enriquecido con acontecimientos similares en la contienda del centro mundial de los grandes pesos. Veamos…

JOHN L. SULLIVAN VS. JAMES J. CORBETT
Nadie apostaba por aquel empleado de banca llamado Corbett. A fin de cuentas, Sullivan, icono de la Norteamérica pujante y último gran campeón de bare-knuckle, había barrido a todos sus contrincantes de costa a costa. La esgrima, juventud y talento de “gentleman Jim” Corbett asombró al mundo un cada vez más lejano 7 de septiembre de 1892 en singular batalla librada en Nueva Orleans.

JACK JOHNSON VS. JESS WILLARD
Un confiado y declinante Johnson, abrumado por problemas judiciales y ahíto de “dolce vita”, arribó a La Habana para deshacerse de Jess Willard, un gigantón de Kansas y cowboy de tardía iniciación en el boxeo. Bajo el sofocante sol cubano, miles de aficionados quedaron boquiabiertos aquel cinco de abril de 1.915 mientras el árbitro desgranaba la cuenta de diez a un Jack Johnson en horizontal.

JACK DEMPSEY VS. GENE TUNNEY
Dempsey, el martillador de Manassa, había conquistado el título ante Cowboy Jess Willard. Icono de los años veinte, ceñía el fajín de campeón desde hacía siete años tras revalidarlo ante Billy Miske, Bill Brennan, Georges Carpentier, Tommy Gibbons y Luis Angel Firpo.
Casi nadie pensaba que el ex marine y “cultureta” Gene Tunney podría inquietar al rudo martillador. La noche del 23 de septiembre de 1.926, los asistentes al Sesquicentennial Stadium de Philadelphia experimentaron la magia del boxeo en forma de colosal sorpresa.

SONNY LISTON VS. CASSIUS CLAY
“En el ring flota un halo de inexorabilidad. Antes o después, Liston noqueará a Clay”.
Pero esta gráfica descripción jamás se cumplió. La noche del 25 de febrero de 1964, en el Convention Center de Miami Beach, un espigado muchachito de Louisville estremeció al mundo. El resto es historia. Por cierto, una de las historias más bellas del deporte.

JAMES BUSTER DOUGLAS VS. MIKE TYSON
Rudo, escabroso y en apariencia invencible, el púgil de Brooklyn había pulverizado el récord de Floyd Patterson al proclamarse el más joven campeón del mundo de los pesos pesados.

Tras arrancar el título a Trevor Berbick y revalidarlo nueve veces, intentaría la décima defensa ante el robusto Douglas, en Japón. Aquella madrugada del 11 de febrero de 1.990 nos dejaría cariacontecidos. Estábamos acostumbrados a pernoctar ante la televisión y a trabajar con sueño al día siguiente para ver a Tyson despachar a sus rivales en pocos minutos… hasta aquel día.

Y el pasado uno de junio, en el legendario Madison Square Garden de Nueva York, un peso pesado víctima de acoso escolar en su niñez volvió a pasmar al mundo y arrojar incienso en el altar de las grandes y recordadas glorias del boxeo que un día, más bien una noche, dieron también la sorpresa.