La victoria conseguida el pasado sábado por Anthony Joshua ante Carlos Takam, reteniendo los títulos mundiales IBF y WBA del peso pesado, fue seguida en directo por 334.000 espectadores en Estados Unidos a través de Showtime, mientras que la emisión en diferido registró 309.000 telespectadores. Mientras en el Reino Unido es la mayor estrella deportiva del momento, como demuestran las más de 78.000 entradas vendidas para su último combate, Joshua todavía no ha logrado triunfar al otro lado del Atlántico, a pesar de su brillante triunfo sobre Wladimir Klitschko, el cual fue seguido por 659.000 espectadores en directo en Estados Unidos.

En el boxeo actual, donde las estadísticas televisivas están por encima del aspecto deportivo, estos números podrían retrasar unos meses más la unificación entre Anthony Joshua y Deontay Wilder, para que Eddie Hearn y Al Haymon maceren la pelea. Teniendo en cuenta los más de diecisiete millones de euros que se embolsó el británico en su último combate en Gales, parece complicado que en este momento dé el salto a Estados Unidos para percibir una bolsa menor.