Julio González

Hace unos días contábamos la historia de Felipe Cambeiro, un gallego que había combatido en Brasil con gran éxito, pero ahora queremos hablar de otro gallego que es seguramente el primer boxeador español en combatir en América.

Andrés Balsa Antón nació en Murgados (La Coruña) el 11 de marzo de 1883. Hijo de unos humildes labradores, a principios de siglo XX se enrola en un barco mercante que navega con destino a Sudamérica.

Es en el barco donde comienza sus hazañas deportivas, medía 1,79 m, aprende lucha y en uno de los viajes a Estados Unidos debuta como luchador. En 1915 participa en la disputa del título mundial de lucha que se celebra en la ciudad de los rascacielos. Participa con otros 35 luchadores y alcanza tres victorias antes de caer contra el campeón.
No se sabe a ciencia cierta los inicios de Balsa en el boxeo, pero sí sabemos que es el pionero del boxeo español en Hispanoamérica.

Tenemos conocimiento de que en mayo de 1918, el peso pesado español debuta en Santiago de Chile contra Víctor Vallejos al que vence por KO y después de realizar varios combates en Chile y Argentina, el 18 de octubre de 1919 pelea en Montevideo (Uruguay) contra Ángel Rodríguez perdiendo a los puntos. Tampoco le fueron bien sus siguientes combates. Ángel Rodríguez de nuevo, Luis Ángel Firpo (El hombre que disputo el título mundial a Jack Dempsey) y el inglés Arthur Townley, también le derrotaron.

A primeros de julio de 1920 regresa a España, llega a Vigo donde es recibido como un auténtico ídolo,  ya que la prensa había contado sus aventuras en América. Combate en Vigo y seguidamente consigue varias victorias en Galicia. A partir de esa fecha continuaría su carrera en España enfrentándose a los pesos pesados que había en nuestro país.

Se enfrenta a Frank Croezier, Armando Anderson, Salvador Almela y Francisco Alís, que serán los más destacados y a los que derrota. Para a finales del año 22 se marcha a La Habana, peleando el 8 de octubre de 1922 contra el campeón cubano Antolín Fierro, venciendo en un espectacular combate por KO en tres asaltos. Como los tres que le duró Jack Bruno, al final de año.

A partir de esa fecha recorre varios países de América, y en México se enfrenta al gran púgil canadiense Sam Langford, «The Boston Bonecrusher» (El quebrantahuesos de Boston, lugar donde residía). Un púgil que tenía clase para ser campeón mundial, pero su color de piel negra no le permitía ostentar ese título. Perdería por en seis asaltos al romperse la mano y no poder continuar, aunque había derribado a Langford en el quinto. Llegaron a enfrentarse en tres ocasiones con sendas derrotas del gallego. Viajó a Perú, enfrentándose a Cárdenas, con victoria antes del límite, y a Matequah. Seguidamente a Estados Unidos, Cuba y Argentina.

En 1925 regresa a España con la intención de enfrentarse a Uzcudun, buscando el título nacional. Reta a Uzcudun en la Federación, pero el vasco tiene otras preocupaciones y nunca se enfrentaría al gallego que ese año se corona campeón gallego ante Raúl Rodríguez en Vigo, conquistando el título del pesado.

Balsa dejaría el boxeo a finales de 1928, y se dedicó a entrenar a equipos de fútbol llegando a entrenar al Celta de Vigo, Deportivo de La Coruña y al Cartagena, equipo de segunda división. Hacía combates para recaudar dinero para el equipo, lo que le lleva a efectuar su último combate el 14 de febrero de 1932, contra Alfred Ozrout, en París.

En diciembre de 1973 fallece en Madrid a los 80 años.