Javier Royo
@JavRoyo

La carrera de Andre Ward (31-0, 15 KO) se ha cimentado bajo la premisa de luchar siempre contra los mejores. Una regla fácil de corroborar al examinar su currículum. Las victorias contra Carl Froch, Mikkel Kessler, Arthur Abraham y Chad Dawson le forjaron la reputación de ser uno de los mejores boxeadores del mundo. Después de conquistar la división del peso supermedio, Ward puso su afán en emular ese mismo dominio en el semipesado. Tras un período de inactividad provocado por lesiones y problemas legales, Andre debutó en la nueva categoría en 2015 derrotando a Paul Smith por KOT. Después encadenó sendas victorias sobre Sullivan Barrera y Alexander Brand, y a finales del año pasado «S.O.G» (Son of God) asumió el mayor reto de su carrera: enfrentarse con Sergey Kovalev (30-1-1, 26 KO). El luchador ruso se había ganado el respeto de todo el mundo del boxeo después de deshacerse de Jean Pascal y Bernard Hopkins con suma facilidad, exhibiendo en ambas peleas un devastador poder de demolición.

Con muchos pronósticos en contra Ward se llevó la contienda en una controvertida decisión unánime de los jueces. Después de dominar una nueva categoría de peso y vencer al número uno, ¿Qué futuro se le presenta ahora a Andre Ward?

Ward declaró hace poco que estaba barajando retirarse. Sus palabras fueron que siempre había querido irse del deporte con la mente y el cuerpo intacto y en plenitud física. Estas afirmaciones pueden ser una táctica para forzar al equipo de Kovalev en las negociaciones de revancha a aceptar términos del contrato más beneficiosos para él. Aún así, si Ward se jubilara no carecería de elogios por todo lo que ha hecho. Y es que Andre ha tenido mucho éxito en su carrera, tanto en sus años de aficionado como de profesional: la Medalla de Oro olímpica, el Super Six Cup o la victoria sobre Sergey Kovalev, son sus mayores hitos.

Si opta por no colgar los guantes, como campeón de la categoría no le faltarán pretendientes en una de las divisiones que alberga mejores competidores. Como primera elección está la revancha con Sergey Kovalev. Aunque Ward ganó por decisión unánime, muchos aficionados discreparon con el veredicto, lo que crea mayor expectación ante un nuevo duelo. Con toda probabilidad la segunda contienda sucederá, ya que presuntamente hay una cláusula de revancha en el contrato del primer combate.

Otro gran duelo resultaría contra Artur Beterbiev. Recientemente, el ruso despachó a un experimentado Isidro Prieto en el primer asalto, sumando una diana más a su récord impresionante de once victorias con once KO del que presume en la actualidad. A pesar de tener tan pocas peleas profesionales, su gran experiencia amateur -consiguió el Campeonato del Mundo- le otorga el suficiente bagaje como para enfrentarse con garantías al mejor de la división. Es muy probable que más adelante Beterbiev se convierta en aspirante obligatorio al título de Ward, por lo que las probabilidades de que este combate se celebre en un futuro son máximas.

Hay una aparición imprevista en la escena del semipesado. El nombre del retador inesperado es Joe Smith Jr. (23-1, 16 KO), y aunque no tiene la reputación de los anteriores ya ha vencido a dos boxeadores con nombre; noqueó a Andrzej Fonfara, y estropeó la fiesta de despedida de Bernard Hopkins, sacándole literalmente fuera del ring. Enfrentarse a ‘The Irish Bomber’ sería una buena pelea para Ward ya que comporta un riesgo menor que confrontar con un golpeador de tremebunda potencia como Beterbiev, pero el americano tiene la calidad suficiente para decorar aún más el currículum del campeón. Y por supuesto también reside en la categoría Adonis Stevenson (28-1, 23 KO), el campeón WBC.

Muchos aficionados al boxeo esperamos que Ward no se retire a sus 32 años. Es un luchador que siempre apuntó a lo más alto y su siguiente objetivo, después de coronar otra división, debería ser que le señalen como el mejor boxeador de todos los pesos. Una misión que sólo alcanzaría manteniendo la regla con la que encaró toda su carrera: pelear siempre con los mejores.