Daniel Pi
@BastionBoxeo

Era su debut en Estados Unidos y su primera pelea bajo contrato de largo término con Top Rank, choque en el que se medía a un rival que, por su acometividad pero limitados recursos, se prestaba para una gran actuación. Así que el campeón mundial IBF del peso supermosca Jerwin Ancajas (29-1-1, 20 KO) aprovechó la ocasión para dejar una buena imagen y batir por nocaut técnico en el décimo episodio al aspirante Israel González (21-2, 8 KO), que ni por un instante estuvo cerca de ofrecer una pugna contendida.

La pelea comenzó de manera inmejorable para Ancajas que, después de unas primeras tomas de contacto con su jab entrando desde lejos y con su directo aislado al cuerpo y al rostro, se anotó un knockdown todavía en el primer asalto: al avanzar tras un jab y alcanzar la distancia corta, el monarca se agachó, contestando los hooks lanzados entonces por su adversario con un potentísimo gancho de izquierda que arrojó a la lona a González.

En cualquier caso, Ancajas continuó boxeando en adelante con extrema calma y comodidad, sin precipitarse en la búsqueda de la ruptura definitiva de la pugna. Al contrario, y aunque erró un mayor número de directos de lo que es habitual en él, para dominar las acciones le bastó con usar salteadamente su uno-dos, sus heterodoxos hooks de izquierda y un contundente croché diestro, especialmente recurrente y efectivo al contragolpe. Fue a través de este puño y de su seco directo de mano adelantada que consiguió contener el afán ofensivo del aspirante, que en todo momento se vio desdibujado por las fulgurantes entradas y salidas de “Pretty Boy”, sus directos saliendo por la diagonal y sus esquivas perfectamente ejecutadas.

No pudiendo equipararse en velocidad o en recursos, González pasó por constantes problemas sin solución. Tanto fue así que incluso los fallos de Ancajas con el directo de izquierda se convirtieron en aciertos al encadenar un croché diestro antes de que el mexicano hubiese terminado de intentar contraatacar el puño errado por su contrincante. Frustrado por el persistente jab que frenaba su avance, con la cara algo enrojecida y sin perspectivas, González intentó en el quinto asalto arremeter de forma agresiva para sorprender al tagalo, pero Ancajas gestionó la presión caminando, usando sus directos e imponiéndose en los cruces de golpes, por lo que el retador no volvió a realizar intentos similares.

Convertido el duelo en un monólogo de Ancajas, en el que éste controlaba las distancias, los tiempos y martilleaba con el jab entre esquivas, se alcanzó el décimo round, que fue el último, ya que un contragolpe del monarca con el directo zurdo tumbó a González cuando éste intentaba sacudirse la presión a la que se veía sometido. Tras la reanudación, un abierto curvo de izquierdas volvió a tirar al tapiz al aspirante, decidiendo el tercer hombre detener la contienda.

Si bien su promotora pretendía con este combate presentar al filipino al público estadounidense como un boxeador con perfectas opciones de conseguir el número 1 de la interesantísima categoría del peso supermosca, y éste ofreció su mejor versión, lo cierto es que, estando en marcha un duelo entre Wangek y Estrada, será complicado que de momento Ancajas se pueda equiparar al nombre más insigne de la división que salga de dicho campeonato WBC. Además, en el camino hacia los grandes combates se interpone una defensa obligatoria ante su compatriota Jonas Sultan, que es el clásico enfrentamiento de elevadísimo riesgo y escasísimo premio. Aun así, si Ancajas sigue combatiendo como lo está haciendo no cabe duda de que le llegará tanto la ocasión de alcanzar el estrellato en mayúsculas como de medirse al número 1 de la división con notables posibilidades de éxito.