Nota de la redacción: Aquí, en ESPABOX, tiene acceso cualquier personaje destacado que quiera opinar sobre las elecciones o cualquier otro tema pugilístico (info@espabox.com). En este caso es Alfonso Redondo, expresidente de la Comisión de Boxeo Profesional, el que se ha puesto en contacto con nosotros para mostrar sus opiniones en ESPABOX.
ESPABOX
Desde que tomase las riendas del Comité de Boxeo Profesional en enero de 2015, sustituyendo a Jorge Arévalo, en este medio criticamos en múltiples ocasiones la gestión de Alfonso Redondo, como máximo responsable del boxeo profesional en España. Campeonatos de España que no cumplían las reglas, púgiles que boxeaban sin tener la licencia en vigor (incluso suspendidos por haber dado positivo por dopaje), subastas realizadas antes que se celebrasen otros combates o la falta de prestigio a nivel continental e internacional fueron algunas de las múltiples irregularidades cometidas. Las quejas constantes de los promotores, y la lenta, por no decir inexistente, comunicación que ofrecía este órgano, colapsaron el boxeo español. Aunque Redondo recibió muchos reproches, era vox populi que Antonio Martín Galán era quien realmente controlaba todo, usando al excampeón de Europa como «marioneta».
El propio Alfonso Redondo ha querido contar a ESPABOX en las condiciones que tuvo que trabajar, preocupado por el escaso futuro que vislumbra al boxeo nacional.
Sobre la actitud dictatorial de Martín Galán: «Antonio tomaba todas las decisiones. Recuerdo una vez que ESPABOX publicó un artículo diciendo que el presidente estaba a la sombra, al día siguiente me citó para decirme que «yo no estoy a la sombra, sino al sol, yo mando en el amateur, en el profesionalismo y en todo». Yo fui un simple empleado de una persona que cambia de opinión cada cinco minutos y tiene muy malos modales. Él habla de la FEB como su propio reino, no tiene buena relación con los empleados».
Sobre los vetos personales de Martín Galán: «Antonio rechazaba como aspirantes a boxeadores sólo por ser de Gallego Prada o Tundra, porque no le caen bien. Sus amigos siempre se veían beneficiados, condonando deudas de manera arbitraria».
Sobre los conocimientos de Antonio Martín Galán: «Antonio no tiene ni idea de boxeo. Él entró en 1995 como vocal porque Rubén Martínez le dio un cargo ya que trabajaba en INDRA. A finales de los noventa gestionó el CBP de manera nefasta, no tiene memoria de su errores. Si gana otra vez, el boxeo estará a un paso de desaparecer en España. Sé que hay gente que se llena los bolsillos con este deporte ahora mismo».
Sobre la perdida de representación en los organismos internacionales: «Me reuní con el presidente de la EBU, Bob Logist, y me dejó claro que no quería saber nada de Antonio. Él alardea de que todo el mundo lo quiere, en especial los Sulaimán, lo que es totalmente falso. Estuve con Mauricio Sulaimán en Madrid y me dejó claro que no quería ni ver a Antonio, porque había tenido un problema con su padre, José. Incluso hubo veladas en las que hizo de supervisor para los organismos y se quedó las tasas».
Sobre el campo amateur: «Me da miedo lo que está pasando. Un chico para debutar tiene que pagar centenares de euros. Si va a un Campeonato de España, también tiene que pasar por caja, esto no se ha visto nunca, para que otros disfruten de mariscadas».
Sobre los problemas de comunicación: «Sólo dispuse del correo electrónico de la FEB los dos primeros meses, donde realizaba todos los movimientos pertinentes. Martín Galán decidió eliminar mi cuenta para controlar él todo. Recuerdo cuando a Luca Giacon no le dejaron pelear en Estados Unidos, de lo que yo me enteré por la prensa. Antonio no me quiso informar más porque a Giacon lo lleva Cherchi, íntimo amigo suyo».
Sobre la campaña electoral: «Es lamentable todos los insultos que se están viendo. Me llama la atención el caso del hijo de Martín Galán. ¿Quién se cree? No tiene nada que ver con el boxeo, ni le gusta ni nada. David (el hijo de Antonio) no debe mentir, pues sí tiene un cargo, es vocal en la delegación de Castilla-La Mancha, claro, a Rafael De la Cruz no le quedó otra que aceptarlo porque si no podrían cesarlo de su puesto, tiene que tragar todo lo que le dice el presidente, pero luego le gusta estirar el cuello. El mérito de David es ser hijo de quien es, nada más, y no quiero entrar en los gastos, porque todos ya los conocemos. Antonio ofrece puestos a diestro y siniestro para ganar votos, regala viajes, como con el Boxam a Tenerife».
Sobre las elecciones del domingo: «Por el bien del boxeo, quiero que gane alguien que ame este deporte, no quien se quiera lucrar. Estas elecciones están corruptas de inicio. No puede votar Kiko Martínez, campeón del mundo, Ferino V, campeón de Europa o Ruddy Encarnación, porque no son amigos de Antonio. Sólo vota quién le interesa al presidente, no son representativas de la opinión generalizada, la mayoría se venden al mejor postor. Yo tengo mi trabajo, si alguien quiere que le ayude, estoy a su disposición. Ya sé que Antonio no me va a llamar, a pesar de mi historial de más de cuarenta años en el boxeo».
