José Manuel moreno
@josemorenoco

A sus 25 años, Adrien Broner (29-1, 22 KO) se haya en una auténtica encrucijada en su carrera boxística. Figura precoz de nuestro deporte, el americano de Cincinnati comenzó de profesional con solo 18 años en su ciudad natal, donde realizó sus dos primeras peleas. Desde 2010 empezó a ser visto como un imitador del gran Floyd Mayweather, al que admira y copia hasta en los gestos más nimios. En noviembre de 2011, con 22 años, ya era campeón universal del peso superpluma de la WBO tras vencer por nocaut en tres asaltos al argentino Vicente Martín. Un año después subió al peso ligero, proclamándose campeón mundial venciendo al mexicano Antonio DeMarco. Otro salto y ya estaba en la división estrella de su admirado «Money», el peso wélter. Venció pero no convenció al ganar por decisión dividida en junio de 2013 al neoyorquino Paulie Malignaggi. Y el 14 de diciembre de 2013, el combate clave de su carrera. El pegador argentino Marcos Maidana le explota la burbuja en la que se encontraba como príncipe heredero de Floyd tras propinarle una paliza en el Alamodome de San Antonio, Texas. No era tan bueno o quizás había subido los escalones (divisiones) de dos en dos. Volvió a la tierra, bajando, aconsejado por Mayweather, al peso superligero, en el que ha vencido pero sin dar una gran imagen a Carlos Molina y Emmanuel Taylor en 2014. Ahora tiene que despabilar y tiene que hacerlo ya el próximo 7 de marzo ante el californiano John Molina Jr.(27-5, 22 KO) en el MGM de Las Vegas, en la misma velada del Thurman-Guerrero. ¿Bluff o estrella? ¿Otro Devon Alexander? Las dudas deben ser despejadas en sus próximos envites.